Más de 100 obras paradas en Valencia por no cubrir Cultura la jubilación de un arqueólogo

Concretamente el cargo capacitado para dar el visto bueno a las licencias es un arqueólogo, y la conselleria sólo tenía dos en plantilla para toda la provincia. Ahora con la baja por jubilación de uno de ellos, el único técnico que se ha quedado operativo está completamente desbordado de trabajo. Se le acumulan los expedientes abiertos. Hay casos de licencias sin conceder desde octubre de 2022.

Las licencias de obra las suelen dar los ayuntamientos, pero cuando se trata del entorno de zonas protegidas en los cascos históricos de las ciudades la normativa impone que sea la Generalitat quien tenga que autorizar expresamente cualquier trabajo. Ningún edificio o vivienda privada situados en un núcleo histórico tradicional pueden realizar obras sin el consentimiento de Patrimonio.

Los expedientes que se encuentran paralizados son de obras que requieren hacer excavaciones en el suelo. Hay numerosos edificios antiguos en los cascos históricos de las ciudades de la provincia de Valencia que quieren poner un ascensor, porque no tenían, o para que el elevador llegue a cota cero, a nivel de calle, sin escalones de por medio. Pero no pueden realizar la obra hasta que el arqueólogo de el visto bueno al expediente, ya que al excavar en una zona histórica, si no cuentan con la aprobación del técnico, podrían dañar un patrimonio protegido.

En otros casos como reformar las fachadas, tejados, cambiar las ventanas o colocar placas solares, por citar algunos ejemplos, aunque sea en el entorno de las zonas históricas, bastaría con el informe de un arquitecto para tener la licencia. Un trámite mucho más ágil. Pero si el trabajo necesita de una obra subterránea es imprescindible recurrir al arqueólogo. Por eso, ya sea para hacer trabajos de saneamiento como abrir simplemente una zanja o para construir un edificio nuevo o una casa en un solar, se necesita la licencia y la pertinente espera de varios meses hasta que el único arqueólogo de la conselleria en Valencia pueda hacer su estudio.

Cada ayuntamiento tiene delimitadas sus zonas consideradas Bien de Relevancia Local, y en ese entorno es la Generalitat la que controla cada movimiento que hagan los vecinos y propietarios de las viviendas. Pero mientras en la oficina de Patrimonio esperan que el gobierno autonómico nombre a un nuevo arqueólogo para cubrir la vacante, se siguen acumulando los expedientes ya durante cinco meses.

En especial se han quedado en el limbo las licencias de obra que estaban asignadas al arqueólogo jubilado. Y entre ellas hay varias de edificios con personas mayores que necesitan la instalación del ascensor, ya que tienen dificultades físicas para bajar las escaleras. Por tanto, hasta que el otro arqueólogo no tenga tiempo de revisar el informe, no se podrá llevar a cabo la obra.

Tanto los vecinos afectados como los administradores de fincas que están realizando los trámites lamentan la falta de previsión de la Generalitat para no cubrir la baja del arqueólogo durante ya más de tres meses, y que está paralizando tantas obras en la provincia.

En la Conselleria de Cultura argumentan que el personal técnico inspector de arqueología depende de Función Pública, organismo que pertenece a la Conselleria de Justicia. Han solicitado ya la creación de la vacante para el puesto de arqueólogo, pero al no ser una sustitución por baja laboral, sino una jubilación, señalan en Cultura que el procedimiento administrativo para poder cubrirla es más largo, porque el puesto de trabajo se extingue y deben crear de nuevo la vacante. Función Pública está preparando el procedimiento de adjudicación de la plaza en la bolsa de interinos, pero el trámite aún llevará un tiempo y por tanto seguirán acumulándose expedientes.

En el Colegio de Arqueólogos de Valencia tienen constancia de esta situación, que consideran negativa para el sector. Mantienen contacto con la Generalitat, que no les precisa ni los motivos por los que no se cubre la vacante ni cuándo se nombrará un sustituto. Por el momento, los arqueólogos valencianos no planean ninguna medida como protesta.