Tramo en obras de la CV-35 a la altura de La Pobla de Vallbona.
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Un chollo llamado Pista de Ademuz

La recién ampliada CV-35 tendrá que soportar en pocos años el tráfico de seis polígonos industriales, decenas de miles de viviendas y zonas comerciales de cuatro municipios

MOISÉS RODRÍGUEZ

Domingo, 20 de enero 2008, 04:53

Las obras de ampliación de la Pista de Ademuz no están todavía concluidas, pero la previsión de crecimiento de los municipios por los que pasa lanzan al aire una pregunta: ¿Volverá a quedarse pequeña la carretera? El desarrollo de la CV-35 a principio de los 90 puso en el mapa una comarca olvidada. Ahora, Camp de Túria vuelve a poner toda su confianza en su serpiente de la fortuna, la de asfalto, junto a la que se construirán miles de viviendas, varios centros comerciales y se urbanizarán alrededor de cuatro millones de metros cuadrados en polígonos industriales. Todo ello causará un importante aumento del volumen del tráfico, previsiblemente superior a los 10.000 vehículos por día que prevé la Generalitat en 2010.

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L'Eliana, San Antonio de Benagéber, Benaguasil y Llíria proyectan núcleos empresariales de diferentes tamaños. El más grande será el de la cabecera de Camp de Túria, del que se ha colocado la primera piedra a principio de esta misma semana. Pla de Carrasses abarcará alrededor de 1,3 millones de metros cuadrados junto a la autovía.

Este polígono industrial estará entre Llíria y Casinos, en la inmensa recta donde también se está construyendo el hospital comarcal. Les Carrasses aprovechará su ubicación, a cinco minutos de la hermana gemela de la Pista de Ademuz, la CV-50, que unirá Camp de Túria con la A-3. Otros municipios, como Benaguasil y Vilamarxant también aprovecharán este vial para abrir enormes áreas de empresas.

L'Eliana y San Antonio de Benagéber abrirán también sus polígonos industriales, aunque mucho más pequeños (200.000 y 400.000 metros cuadrados, respectivamente). Conforme la autovía avanza hacia Valencia, los municipios apuestan más por las zonas comerciales.

Camp de Túria y l'Horta quieren atraer a sus vecinos y a los de Valencia que no les importa salir de la gran urbe para comprar o disfrutar de sus ratos de ocio. El Osito de l'Eliana y el Heron City de Paterna constituyen los principales iconos de tratar de aprovechar el tirón de la Pista de Ademuz.

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El Heron City, de hecho, ya piensa en la ampliación, aunque el Ayuntamiento de Paterna condiciona esta actuación a que la empresa mejore los accesos desde, precisamente, la Pista de Ademuz. Por contra, El Osito está en pleno proceso de crecimiento e, incluso, La Pobla de Vallbona prepara una zona comercial próxima al centro de l'Eliana.

El otro vecino, San Antonio de Benagéber, también quiere sumarse al carro del sector servicios y proyecta una franja comercial que irá en paralelo a la autovía. En esta zona, según fuentes municipales, ya han comprado terrenos grandes empresas como Decathlón, Consum, Vidal o Verdecora.

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Junto a las industrias y la dupla formada por el comercio y el ocio, existe una tercera hoja del trébol, la que primero vio la Pista de Ademuz como fuente de progreso. San Antonio de Benagéber y l'Eliana, en incluso Paterna, deben su enorme auge inmobiliario al desarrollo de la CV-35. Pese a la crisis del ladrillo, Benaguasil, La Pobla y Llíria siguen empecinados en sumarse al carro.

Aumento del tráfico

Pero todo este progreso se traduce también en tráfico. Desde 1992, el número de vehículos que circulan a diario por la CV-35 no ha hecho más que aumentar, hasta quedar colapsada en los últimos años. La ampliación de a autovía con el tercer carril hasta La Pobla de Vallbona (más llegará a Llíria), así como el desdoblamiento hasta Losa del Obispo, tratan de dar una solución al problema.

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Además, cuando concluyan las obras, la Pista de Ademuz será la autovía más moderna de la Comunitat al incorporar, como publicó el jueves LAS PROVINCIAS, una cámara cada 1.200 metros, así como sensores que medirán la velocidad de los vehículos y la distancia entre ellos. La Pista de Ademuz también tendrá vallas especiales para los motoristas. Todo ello incrementará la seguridad, aunque no garantiza evitar que con tanto proyecto la carretera vuelva a quedarse pequeña.

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