
G. ALEMÁN
Sábado, 5 de abril 2008, 06:41
El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, instó ayer al Congreso de los Diputados a reunirse cuanto antes y a recuperar el PHN "tal y como quedó configurado en el último Gobierno del PP". Esa configuración incluiría también el trasvase del Ebro, derogado por José Luis Rodríguez Zapatero.
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La intención del PSC de trasvasar agua del Segre hasta Barcelona ha reabierto las desavenencias entre PP y PSOE y Camps se mostró tajante ayer para dejar clara la postura de los populares.
La gota que ha colmado el vaso de los populares ha sido que el conseller de Medio Ambiente catalán, Francesc Baltasar, haya hecho público esta semana que Cristina Narbona había pactado con el Gobierno catalán mantener ocultas las negociaciones sobre el trasvase hasta que pasaran las elecciones. El PP se reafirma así en su postura de que la solución a la sequía pasa por retomar el Plan Hidrológico Nacional (PHN).
Para Camps, el PHN era "un modelo total, absoluto, completo, cerrado y coherente para el futuro del agua de todo nuestro país". El presidente valenciano, que hizo estas declaraciones en compañía del secretario general del PP, Ángel Acebes, recordó que el PHN daba solución a los problemas de agua de Aragón, Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía, "pero también de Cataluña".
El dirigente popular acusó a Zapatero de haber practicado "cuatro años de demagogia" y de haber "engañado" a los españoles. En la legislatura pasada, "Aragón no ha tenido las inversiones prometidas . En Cataluña se vive una situación crítica y hay también preocupación en la Comunitat, Murcia y Andalucía", dijo.
Camps aseguró estar convencido de que si la propuesta de recuperar el PHN se lleva al Congreso "todas las comunidades se mostrarán a favor de tener agua". El jefe del Consell recordó que fue un socialista, Josep Borrell, el primero en proponer trasvasar agua del Ebro "y hablaba del doble de lo que preveía el PHN", dijo. Asimismo, señaló que también el ex presidente catalán Jordi Pujol apoyó el PHN, al igual que José Bono cuando era presidente de Castilla-La Mancha. "Seguro que hoy que es presidente del Congreso mantiene la misma postura que hace cuatro años", añadió.
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Camps se mostró muy contundente a la hora de calificar las conversaciones del Gobierno con el Ejecutivo catalán y afirmó que es "un auténtico escándalo nacional, el de mayor magnitud que he conocido en toda la democracia". A su juicio, si alguien sufre en España falta de agua debería exigirle responsabilidades a Zapatero porque él es "el único responsable".
El presidente también aludió al Pacto del Tinell, en el que los nacionalistas catalanes exigían la derogación del trasvase del Ebro. El jefe del Consell destacó como muy significativo que en el lugar donde se pedía el fin del trasvase ahora se reivindique más agua. Además, se preguntó cómo es posible que en el PHN se recogiera la protección del caudal del Ebro y el trasvase de excedentes y ahora se quiera coger agua directamente del Segre. "Zapatero debería estar dando explicaciones ya", concluyó.
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En la misma línea se manifestó el vicepresidente del Consell, Vicente Rambla, tras la reunión semanal del Ejecutivo valenciano. Rambla indicó que a los artífices del Pacto del Tinell, un acuerdo que en su opinión "provocó" que Zapatero derogara el Plan Hidrológico, se les ha vuelto en contra esa decisión "como un bumerán". Llamó la atención sobre el hecho de que Cataluña tiene dificultades de agua coyunturales, frente al déficit hídrico de la Comunitat.
La dureza de los ataques del PP hizo ayer que los socialistas salieran en defensa del Gobierno. El delegado, Antoni Bernabé, aseguró que los populares "ponen o quitan" el trasvase según les conviene. El presidente de la gestora del PSPV, Joan Lerma, pidió al Consell que dejede engañar a los valencianos con la política hídrica.
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Aunque la Generalitat catalana parece haberse doblegado a la decisión del Ejecutivo de rechazar el trasvase, el Govern exigió ayer a Madrid que aporte "de forma inmediata" medidas para hacer frente a la sequía. El presidente José Montilla remitió una carta a la ministra de Medio Ambiente para que le comunique las propuestas que tiene previstas su departamento.
La misiva recrimina a Narbona que en ningún momento el Gobierno se ha dirigido a la Generalitat proponiendo soluciones. Montilla también niega que haya encargado un informe alternativo sobre el trasvase del Segre.
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La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer tras el Consejo de Ministros que Gobierno y Generalitat están en permanente contacto para afrontar la situación y afirmó que los catalanes pueden estar tranquilos "porque no les va a faltar agua para beber al igual que no les ha faltado a los valencianos". De la Vega se refirió a alternativas como el uso del agua de pozos, transporte de agua o desalinización.
El líder de la oposición, Mariano Rajoy, calificó de "sainete" y "espectáculo inerranable" la actuación del Gobierno, del que dijo que se estaba "burlando de la gente". Rajoy recordó que el PHN proponía soluciones para la falta de agua en todas las comunidades y aseguró que cada año el Ebro vierte al mar 8.000 hectómetros cúbicos de agua.
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Los partidos catalanes seguían ayer enzarzados en plena polémica. PP y CiU opinan que Francesc Baltasar no puede seguir al frente del cargo, mientras ERC se desmarcó del trasvase del Segre al considerarlo inviable técnicamente.
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