M. J. C.
Miércoles, 7 de mayo 2008, 03:32
Ikea es como un caramelo que todos se disputan. Cualquier alcalde hubiera dicho que sí, que lo quería en su municipio. Desde que la multinacional sueca anunció en 2003 su intención de instalarse en Mislata, el rechazo del sector del mueble valenciano ha ido retrasando su llegada.
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En estos cinco años, muchos Ayuntamientos han ofrecido suelo para que Ikea planteara su ubicación en la Comunitat. La instalación de una tienda de la cadena sueca en cualquier municipio le generaría unos ingresos millonarios y atraería además a otros negocios.
Además de Mislata, la apertura de la tienda en Alfafar parecía bastante clara hasta hace tan solo unos meses. Pero no ha cuajado. Cuando se supo que este emplazamiento quedaba descartado, algunos alcaldes mostraron su disposición a ofrecer terrenos disponibles.
Torrent fue uno de ellos. La magnífica situación de una de sus zonas comerciales, el Toll-l'Alberca, junto al by-pass, podía ser una buena ubicación. También en Llíria se mostraron interesados por que la multinacional sueca fijara sus ojos en el municipio cercano a Paterna.
Finalmente, parece que en Ikea lo tienen claro y la localidad paternera ha sido la elegida. Sin embargo, la multinacional ya anunció su intención de que la provincia de Valencia contara con dos tiendas. Puede que haya todavía posibilidades de que otro municipio acoja el segundo centro de la marca.
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