JULIÁN LARRAZ
Domingo, 18 de mayo 2008, 03:07
La vivienda es una inversión, según explican los promotores y agentes inmobiliarios de la Comunitat Valenciana, por dos razones. Para empezar resulta más económico que hospedarse en un hotel o arrendar un alojamiento. El segundo argumento se encuentra en la revalorización segura que tiene toda propiedad inmobiliaria en el largo plazo.
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El problema llega cuando la inversión no cumple ambos objetivos porque planea sobre la vivienda el derribo de la propiedad. "¿Cómo van a comprar los ingleses un piso en la playa sino saben si la Ley de Costas les va a afectar? Es una vergüenza", afirma Carlos García Zaragoza, presidente de Grupo 90, empresa con amplia experiencia en la compraventa de viviendas en la costa.
La inseguridad generada por esta legislación está detrás, según explican varios promotores consultados por LAS PROVINCIAS, del descenso de las ventas que vienen experimentando desde el agosto del año pasado. La básica regla de la oferta y la demanda lleva a que el descenso de los compradores cause el descenso del precios que nunca será inferior al coste de construcción.
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