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M.ª ÁNGELES ARAZO
Martes, 23 de septiembre 2008, 04:23
Sobre la Casa de la Hermandad del Santo Celo, que vulgarmente terminó llamándose Casa del Pecado Mortal, se habló siempre en voz baja, como una referencia vergonzosa.
Bien. ¿Y de que iba el asunto?. Se trataba de una institución benéfica y caritativa, cuya creación se remonta a 1755, surgida según el fin primodial 'para recoger limosnas para hacer el bien y celebrar misas por la conversión de los que estaban en pecado mortal'.
La sede de tan pía hermandad se hallaba en un sencillo edificio de la calle de Transits (una travesía de la calle de las Barcas), que se reconstruyó en 1865 y, abiertamente, se difundió la misión de acoger 'a las mujeres parturientas de ilegítimo concepto', rocambolesca expresión que nos llega a través del historiador Cruilles.
En realidad las jóvenes embarazadas pertenecían a distinguidas familias valencianas, que no estaban dispuestas a cargar con el denominado deshonor. La mejor solución para el problema era ingresarlas en aquella especie de convento, donde se mantenían ocultas; y cuando daban a luz, como la mayoría renunciaban al hijo, éstos pasaban a la Casa Expósitos del Hospital General, directamente, si tener que dejarlos en el torno, envueltos con una toca como hacían las pobres.
El argumento más socorrido ante la ausencia de las muchachas gestantes era un viaje a París, para perfeccionar el francés y recibir clases de piano.
La Hermandad del Santo Celo, a finales del XIX se trasladó a la calle de Jesús, núero 10, a un edificio tan sobrió como triste; y su actividad decreció con los breves viajes a Inglaterra y Holanda, donde el aborto solucionaba el problema de las jóvenes que habían quedado embarazadas, como se decía entonces 'a causa de un desliz', y se podían pagar la intervención.
Lamentablemente, en muchísimos casos, ni los padres se enteraban; y en los restantes también preferían ignorar la dramática situación. 'De esto, nunca más hablaremos'. Y asunto zanjado.
El inmueble de la Hermandad del Santo Celo, con una capilla dedicada a la Virgen y múltiples historias, se dedicaría al Dispensario de Nuestra Señora de los Desamparados .
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