Memoria perpetua en la ingeniería

Un nombre que se recordará siempre. Este es el objetivo que ha perseguido María Serrulla Ripoll, madre del ingeniero Juan Arizo Serrulla fallecido en un accidente de tráfico en 2004. "Mi hijo me comentó que quería crear una fundación con su herencia y yo cumplí su deseo y espero que funcione muchos años". Así se expresó ayer María Serrulla, tras entregar los premios de la Fundación Juan Arizo. La Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica tendrá a partir de este año una cátedra en memoria de Juan Arizo. Una acuerdo que rubricó ayer la presidenta de la Fundación y el rector de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Juan Juliá. "Estoy contenta porque la memoria de mi hijo pasará a la historia y al mismo tiempo ayudaremos a los jóvenes a formar su futuro porque promocionaremos el desarrollo de actividades de formación", señaló la presidenta de la entidad. La Fundación Juan Arizo Serrulla se constituyó en marzo de 2007 con la finalidad de apoyar e incentivar el trabajo de los estudiantes. "Él era un apasionado de dar clases y con esta Fundación seguimos ayudando a los jóvenes. Es el principal objetivo y estoy satisfecha porque se ha cumplido", matizó la madre del ingeniero. Junto a la firma de la cátedra, la presidenta de la Fundación Juan Arizo entregó la segunda edición de los premios que otorga la entidad. "Es un dinero con el que queremos que los jóvenes salgan adelante. Nos mantenemos por nuestro patrimonio", explicó María. Los premios se concedieron a Francisco Javier Camacho Torregrosa por valor de 12.000 euros y tres accésit dotados con 4.000 euros concedidos a Laura Inés Lloret Godoy, Carlos Llopis Camps y Cristina Torres Machí, respectivamente permitirán a estas personas trabajar en su obra. "Los profesores se reunieron para ver a quien se lo merecía y estoy muy contenta de haberles concedido el premio", indicó la madre del ingeniero. El rector afirmó que hacían falta muchas más personas como Juan Arizo y su familia donando su herencia a una obra social. Por su parte, el conseller de Medio Ambiente, José Ramón García Antón, manifestó su "cariño y estima personal hacia Juan Arizo Serrulla, de quien dijo que fue "un buen ingeniero, buen amigo y excelente profesor" , aseguró emocionado.