Un restaurante asiático de calidad

"Es difícil encontrar un restaurante chino en el que sirvan platos elaborados con trabajo y esmero, como manda la tradición", asegura Philip Tong, chef ejecutivo del restaurante Singapore Garden, situado en la Coveta Fumá de El Campello. Y no es difícil creerle. De inmediato nos adentra en su cocina para enseñarnos dos patos enteros con la piel bien crujiente y rosada. Tong prepara Pato pekinés para servirlo esa misma noche. "Introducimos aire entre la piel y la carne del animal y, como si se tratara de un globo, la inflamos y la atamos. Así se consigue una piel crujiente y una carne jugosa", explica el chef. El color rosa intenso de la piel se debe a la miel que hay que impregnarle de vez en cuando mientras se hornea lentamente. Preparar una receta asiática es como hacer un guiso español, requiere tiempo y trabajo. Esta es la filosofía de la familia Tong, quienes preparan ellos mismos el pan de gambas (snack típico chino), "aunque le añadimos especias y pescado para darle otro toque", comenta Jaison Tong, el hijo y también cocinero del restaurante. Otra de los puntos positivos del Singapore Garden es la extensa carta de platos que presenta. Desde tallarines, arroces, carnes y sopas hasta comida japonesa, variedad de sushi, que han introducido hace poco y numerosos aperitivos para abrir boca antes de los platos principales. Como aperitivos son muy recomendables las tostadas de gamba con sésamo, así como los triángulos de curry y patata y los mini rollitos de langostino, "que hacemos más pequeños para intentar servir la menos grasa posible al comensal", explica Jaison. También sirven unas gambas rebozadas, Wo-Tieps (empanadillas) de carne picada y un entrante de algas fritas: un plato curioso, compuesto de alga verde frita espolvoreada por un polvo creado con un alga marrón y pescado. En los platos principales se puede apreciar más la buena elaboración y el mimo con el que se trabaja cada plato. Así, se pueden degustar unos exquisitos y sabrosos tallarines con ternera y setas shitake. Un plato en el que utilizan unos tallarines gruesos y finos en sabor, parecidos a las papardelle italianas. También pescado, bolitas de rape en salsa con verduras asiáticas. Y el plato estrella del restaurante: Sate. Trozos de ternera y pollo con una suavísima y deliciosa salsa de leche de coco y cacahuete, además del toque picante. Además de la tradición y buen hacer de sus platos, el Singapore Garden cuenta con una decoración curiosa de estilo español. "Mi madre es sevillana, por lo que su toque español en el restaurante es más que evidente", explica Jaison con un perfecto castellano. En el exterior del restaurante se encuentra una preciosa terraza decorada al estilo andaluz. En el interior, hay tres salas, una para los fumadores, la principal, y otra más silenciosa, "sin ruido, en la que solemos sentar a las familias para que estén más tranquilas", comenta Jaison. Fondue asiática de marisco Y para los más curiosos, para los amantes de la cocina a los que les gusten los platos más exóticos y diferentes, Singapore Garden prepara platos fuera de su carta tradicional siempre y cuando se encarguen con antelación. Además del pato pekinés, cuya elaboración es costosísima y casi imposible de hacer en casa, ofrecen una original propuesta: la fondue asiática de marisco. Existe la fondue de queso, típica de los Alpes franco-italianos; la de carne, en la que se fríe esta en aceite caliente y, la más moderna, la de chocolate, en la que se puede mojar trocitos de fruta. Este restaurante asiático apuesta por la de marisco. "Se sirven diferentes pescados crudos en trocitos y dos ollas, una con caldo de verduras y otra con un caldo picante para los que disfruten de este sabor", explica Tong.