El pederasta Dani el Payaso, en la calle
La Guardia Civil no descarta que acuda a Canet d'En Berenguer, donde tiene familia
REDACCIÓN
Jueves, 20 de noviembre 2008, 05:12
Su excarcelación ha causado miedo, indignación y hasta pánico. Dani ha salido de prisión y los padres de sus víctimas temen que las agresiones sexuales vuelvan a repetirse. Sobre este pederasta pesa una orden de alejamiento sobre los niños que sufrieron el acoso, pero los padres creen que puede volver a actuar. El agresor sexual tiene prohibido pisar la ciudad de Castellón en los próximos cinco años y la Audiencia Provincial de Castellón ha avisado, una por una, a todas las familias afectadas Un vecino de Castellón que fue condenado a doce años y seis meses de prisión por los delitos de estupro, abuso sexual, atentado sexual y corrupción de menores saldrá de prisión el próximo 19 de noviembre después de haber cumplido nueve años de los doce del total de su condena. Por su inminente puesta en libertad, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Castellón se ha puesto en contacto con las trece víctimas de Daniel Jesús F., conocido como Dani El Payaso, y les ha remitido un certificado para informarles de esta situación. Además, el certificado de la Audiencia informa de que el acusado tiene la prohibición de regresar a la ciudad de Castellón y de aproximarse a cualquiera de las trece víctimas durante cinco años a partir del próximo miércoles. Según informaron fuentes jurídicas, se advirtió a las víctimas de esta situación porque "es lo más sensato y correcto" en estos casos. Además, la Audiencia también se ha dirigido a la Policía Nacional y a la Local y, en los próximos días, también informará a la Guardia Civil de esta prohibición. Las mismas fuentes jurídicas apuntaron que la puesta en libertad de este condenado se produce "previo informe del fiscal". Este hombre ingresó en prisión en noviembre de 1999 con 26 años. En 2002 fue condenado por los delitos de estupro con prevalimiento, agresión sexual, abuso sexual, prostitución y corrupción de menores. Sus víctimas: doce niñas y un niño de entre 6 y 17 años. Los hechos por los que se le juzgaron iniciaron en 1994. Dani El Payaso, sin antecedentes penales a esa fecha, trabajaba en una discoteca de la calle Lagasca de Castellón, una de las zonas de ocio más visitadas de la capital por aquella época. Era encargado de seleccionar y poner la música y "sin ningún control se permitía la entrada de niñas que apenas contaban los doce o trece años y por las que el procesado mostraba especial predilección", tal y como consta en los hechos probados de la sentencia que le condenó a 12 años y seis meses de cárcel. El 14 de febrero de 1996, Daniel quedó con una chica de 15 años en las proximidades de su casa y la llevó con su coche hasta la playa del Grau. Cerró las puertas de su vehículo y comenzó a realizarle tocamientos por todo el cuerpo. Poco después, conoció a una menor de 14 años en la discoteca en la que trabajaba y la invitó a beber unas copas "hasta que consiguió colocarla en un estado propicio a satisfacer sus deseos". Tras ello, la condujo a una dependencia del local y allí la agredió sexualmente. Dos años antes de esto, Dani El Payaso intentó los abusos con una niña de 12 años, también en la playa del Grau. Pero como ella no reaccionaba cesó en sus tocamientos. Su cuarta víctima fue otra menor, de 13 años, a la que conoció en la puerta de la discoteca. Él la dejó pasar junto a otra amiga diciéndoles que luego se lo "iba a cobrar en carne". El condenado se la llevó al coche y comenzó a besarla, pero ésta insistió en regresar al local. No fue solo en la discoteca Ibiza donde conocía a sus víctimas. Dani El Payaso comenzó a llevar a menores a su casa y al garaje de su padre a partir de abril de 1999. Ordenador lleno de imágenes Según dicta la sentencia, "desde los once años se había aficionado a la visualización de películas de contenido pornográfico". A partir de 1997, "se convirtió en un asiduo usuario de Intenet y paulatinamente fue almacenando en su ordenador personal, hasta ocupar en noviembre de 1999, fecha de su detención, la práctica totalidad de la capacidad de su disco duro que era de 8.233.232 KB, con fotografías y videos de prácticas sexuales realizadas en su mayoría con menores". De difusor a productor En poco tiempo pasó "de simple consumidor a difusor y, finalmente, a productor, pues con esta finalidad y, también para dar satisfacción a sus lúbricos deseos, comenzó a llevar a su casa y a un garaje de su padre a niños y niñas de cortas edades que vivían en las proximidades". Daniel les engañaba ofreciéndoles pequeñas cantidades de dinero y diciéndoles que iban a jugar. Una vez en el lugar, les desnudaba, fotografiaba y abusaba de ellos. De esta forma atrajo hasta su casa, a partir de abril de 1999, a una niña de 11 años a la que desnudó y fotografió. También lo intentó más adelante con su hermana de seis, pero no lo consiguió. El procesado cometió sus actos con otros cuatro hermanos (tres chicas y un chico de siete años). Este último "fue adiestrado por el procesado en estas prácticas mediante la exhibición de las fotos que tenía en su ordenador". Otra hermana de éste tuvo que presenciar los tocamientos sobre sus dos hermanas menores mientras que realizaba fotografías.
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