EFE |
Martes, 10 de febrero 2009, 16:01
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Siete diplomáticos españoles, que trabajaban entre 1939 y 1945 en países sometidos por la Alemania nazi, aprovecharon su posición para repatriar a miles de judíos y salvarles del Holocausto, una labor altruista que rememora la exposición "Visados para la libertad", inaugurada hoy en Valencia.
"El empresario alemán Oskar Schindler salvó la vida de 300 personas. Ángel Sanz, encargado de Negocios de España en Budapest en 1944, salvó a 5.000", ha apuntado como ejemplo el director general de la Casa Sefarad, Diego de Ojeda en la presentación de la muestra.
La exposición, en el Centro del Carmen, está compuesta por paneles informativos, fotografías, y documentos audiovisuales (algunos de ellos extraídos del archivo del cineasta Steven Spielberg), reproduce el contexto político y social de la II Guerra Mundial y las relaciones de cooperación entre el régimen franquista y la Administración alemana.
Según explica la misma, España permitió la entrada de refugiados que contaban con un visado expedido por un cónsul español hasta 1942, pero una vez aprobada la llamada "Solución Final" -el exterminio de los judíos-, el Gobierno de Franco selló las fronteras.
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Paradójicamente, las estrechas relaciones entre ambos estados permitió a algunos embajadores y cónsules brindar protección a las víctimas ampliando el margen de actuación que les correspondía y aprovechando así su condición para "intervenir en el drama", ha relatado Ojeda.
La actuación de los diplomáticos protagonistas de la exposición se centró fundamentalmente en a defensa de los judíos de origen sefardí, aunque en muchas ocasiones se extendió también a los perseguidos que no tenían este carácter.
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La muestra expone como los diplomáticos denunciaron la "persecución radical y sus terribles consecuencias" y presionaron para hacer valer la protección consular española.
Eduardo Propper y Bernardo Rolland en Francia; Sebastián Romero en Grecia, José Ruiz en Alemania; Julio Palencia en Bulgaria; José Rojas en Rumanía y Ángel Sanz en Hungría, actuaron "de forma valiente" en circunstancias "muy adversas" para proteger y salvar la vida de miles de judíos.
La mayoría de ellos, según ha recordado el director de la Casa Sefarad, fueron distinguidos con el título de "Justos entre las Naciones", que reconoce a las personas no judías que de forma desinteresada se arriesgaron para ayudar a los perseguidos.
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La exposición, que podrá verse hasta el próximo 1 de marzo, se ha realizado a partir de una investigación de la coordinadora de Programación Educativa de Casa Sefarad, Yessica San Román, y el doctor en Sociología Alejandro Baer.
Según ha apuntado el secretario autonómico de Cultura, Rafael Miró, la muestra ofrece "una lección de Historia" y explica la "máxima trascendencia" que tuvo la labor "silenciosa" de estos diplomáticos, ejemplos de "completa
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