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La madre del bebé hallado muerto, custodiada por la policía tras su arresto.
Sucesos

La joven de Dénia dio a luz, limpió el baño y tiró al bebé al contenedor mientras su marido dormía

El parto le sobrevino a los ocho meses de embarazo y tras pasar una noche de copas con amigos

L. R. B.

Viernes, 17 de abril 2009, 04:18

Poco a poco va trascendiendo la declaración de Daniela Betina Ch., la joven de 22 años acusada de tirar a un contenedor de basuras a su niña recién nacida en Dénia. El delito que se desprende de la versión estremecedora aportada por esta joven de 22 años, nacida en Uruguay pero de nacionalidad italiana, sigue pendiente de calificar judicialmente. Todo se halla a falta de que un segundo examen forense confirme si la bebé nació muerta o pereció como consecuencia de golpes. Según desvelaron fuentes del caso, la narración de la joven arranca el pasado sábado con una noche de copas por la ciudad con sus amigos. Cuando llegaron a su domicilio de la finca Diana 2000, en la calle Impresor Botella, la mujer ya empezó a sentirse mal. A pesar de estar embarazada de unos ocho meses, Daniela sostiene que no se lo había comunicado a su marido ni a otros familiares. Cuando llegó a casa, de madrugada, su pareja no podía sospechar que el malestar de su pareja se derivaba de un parto. Según la declaración de la acusada, su esposo -Leonel M., de 38 años y nacionalidad colombiana- le preguntó si quería que avisara a sus padres o llamara a una ambulancia. Ella se negó. Ambos se acostaron. Cuando él estaba ya dormido, Daniela, que cada vez se encontraba peor, se fue al cuarto de baño de la casa. Allí, sóla y sentada en el inodoro, dio a luz a una niña prematura que, según asegura ella, nació ya muerta. La joven mantiene que, a pesar de acabar de dar a luz, decidió limpiar todo el cuarto de baño y tirar a la basura en bolsas de supermercado el cuerpo de la pequeña y los restos de placenta y cordón umbilical para ocultar el alumbramiento. Luego se volvió a acostar sin que su pareja se enterara de nada de lo ocurrido. Sin embargo, su cuerpo se rebeló contra la supuesta atrocidad cometida y poco después, la mujer empezó a sangrar abundantemente. Daniela tuvo que claudicar e ir al médico. Tal y como refleja la declaración, su pareja intentó de nuevo llamar a los servicios de emergencias pero ella volvió a negarse y prefirió ir al hospital comarcal por su propia cuenta. Las evidencias del reciente parto no pasaron desapercibidas al médico de guardia. Ante las vagas e incoherentes explicaciones de la joven, decidió dar parte al juzgado de guardia. Fue tras una orden judicial cuando se movilizó a la Policía Nacional de Dénia, que logró que la joven confesara lo ocurrido, así como el punto exacto donde había tirado a su bebé. Tras una inspección ocular, los agentes hallaron en el basurero de la calles las dos bolsas con el cadáver y los restos del parto. Después realizaron un minucioso examen de la vivienda familiar para comprobar que, efectivamente, había todavía unos pequeños restos de sangre en el cuarto de baño que podrían ser del parto, tal y como narró la madre. También se hallaron evidencias de que la mujer podría haber caído al suelo, lo que justificaría el golpe que presentaba el cuerpo de la pequeña en el cráneo. La progenitora fue inmediatamente detenida y custodiada en el hospital hasta que se le dio el alta médica. Tras escuchar su versión de los hechos, la jueza de instrucción de la sala número dos de Dénia ordenó el ingreso en prisión de Daniela Betina Ch. el pasado miércoles. La joven permanecerá encarcelada en Fontcalent de forma preventiva hasta que se esclarezca la causa exacta de la muerte de la niña. Si las exhaustivas pruebas de la autopsia confirman que la bebé prematura murió por causas violentas, como avanza un informe forense preliminar que ha desatado algunas controversias en la investigación, será acusada de un presunto delito de homicidio con la agravante de parentesco. Por contra, si se demuestra que la pequeña nació muerta, la madre podría enfrentarse a las penas derivadas de un supuesto delito de inhumación ilegal, que regula los actos tendentes a desprenderse del "cadáver o feto, con infracción de leyes o reglamentos, bien con enterramiento, bien con ocultación, bien con destrucción, de manera permanente o temporal de los restos", según se indica en la legislación española. Por su parte, y ante la declaración de la acusada que exime de toda responsabilidad a su pareja, su esposo fue puesto en libertad el miércoles, aunque la jueza ordenó que se le retirara el pasaporte y le impuso la obligación de comparecer cada 15 días en el juzgado de Dénia. La pareja tiene otro niño, de unos dos años de edad. Un menor del que no ha trascendido si se ha decidido la retirada de la custodia o si permanece bajo los cuidados y tutela del padre o de otros familiares. lamarina@lasprovincias.es

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