M. D.
Sábado, 26 de septiembre 2009, 03:21
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Pretendía utilizar el transporte público junto a su mascota y acabó en urgencias con lesiones consistentes en las cervicales y varias contusiones.
Ocurrió el día 1 de diciembre de 2008 sobre las nueve y media de la noche, en la estación de metro de Ángel Guimerá. Un vecino de esta zona de Valencia intentaba hacer uso de este servicio público en compañía de su perro, atado pero sin bozal.
Al percatarse de la situación, un vigilante de la empresa encargada de la seguridad del metro se aproximó al viajero para indicarle que no podía acceder al vagón con su mascota.
Según el propio guardia, no obtuvo respuesta de ningún tipo y tuvo que empujar a la víctima para sacarlo del tren. Al parecer el fuerte empujón provocó que el hombre cayera al suelo violentamente, golpeándose en diferentes partes del cuerpo. Los tres han sido condenados.
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