La simbología franquista resiste

La fachada gótica y renacentista de la Arciprestal de Morella, junto a sus dos portadas laterales en honor a los apóstoles y las vírgenes, muestra como elemento impropio una losa de mármol que reza el lema 'José Antonio Primo de Rivera. Presente' junto a los nombres de 34 vecinos que perecieron durante los años de Guerra Civil.

Se incumple así en esta localidad gobernada por los socialistas lo que reclama la Ley de la Memoria Histórica a instituciones públicas y privadas de tomar las medidas oportunas para suprimir esta simbología o exaltaciones.

El alcalde de Morella, Ximo Puig, ha declarado que la situación anómala de la fachada de Santa María la Mayor no corresponde solucionarla al Consistorio. «Esperamos que el Obispado tome las medidas oportunas. Desde el Ayuntamiento no hemos querido hacer de esto un problema, porque son cosas que requieren tranquilidad y la Iglesia debería tomar decisiones de reconciliación», apuntó. El primer edil admitió que «hay gente que protesta porque todavía siga ahí esa placa» y abogó porque «el mensaje de la fachada sea más ámplio y se abra a todas las personas que en un momento determinado fueron víctimas de una guerra fraticida». Así, Puig reclamó «encontrar una opción de consenso, sin mirar atrás y evitando que vuelva a pasar algo similar».

En Traiguera la asociación vecinal Té Roqué reclama la retirada del monolito del Pou de les Serretes, junto a la actual N-232 entre Traiguera y Sant Jordi. Esta zona formaba parte de una obra de ingeniería jamás terminada que quería canalizar el agua del barranco de la Mare de Déu. Fue utilizada como fosa común durante la guerra y recuerda a los ganadores de la contienda. «Lo normal, como se hace en todos los sítios sería que alguien se preocupara de quitarlo», denuncian en su página web.

También hay quien se pregunta cómo es posible que haya sobrevivido un elemento de tal magnitud en la zona de influencia de la carretera nacional «cuando cosas mucho menores como el acceso a una finca se han derribado por hallarse cerca de la carretera», señalaron.

Rabia entre los Carlistas

La actuación del Consistorio de Benicarló, que ha asumido la petición de varios colectivos de izquierda de la localidad, de derribar el monolito franquista con simbología tradicionalista y de la Falange con águila incluida, ha irritado a la Comunión Tradicionalista Carlista. «Con una eficacia y rapidez no conocida hasta ahora, el Ayuntamiento de Benicarló, gobernado con mayoría absoluta del PP, ha procedido al derribo del monumento a las víctimas de la persecución frentepopulista de dicha población del Maestrazgo», denuncian en su web.

«Ni caso a las peticiones de vecinos pidiendo el mantenimiento de la memoria de los sesenta y seis asesinados entre 1936-1938. Esperemos que muchos vecinos, que estos días se quejan en voz baja, guarden memoria de esta decisión y se lo recuerden al PP en las elecciones municipales de 2011», concluyen.

Cientos de símbolos

El Grup per a la Recerca de la Memoria Històrica de Castelló cifra en cientos los símbolos, lemas y calles que quedan en homenaje al bando vencedor de la Guerra Civil. «Si bien las víctimas de la represión republicana tienen su calle, otros ni han sido reconocidos ni se les ha permitido encontrar a sus desaparecidos», se lamenta Raúl González.

«Es indigno que teniendo la Ley de la Memoria Histórica en vigor no se haya hecho justicia y se sigan permitiendo», añaden. Este grupo pide la eliminación de esta simbología o el cambio de lemas en función de cada caso concreto.