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La presidenta del TSJ, Pilar de la Oliva.
De la Oliva quiere un segundo mandato al frente del TSJ

De la Oliva quiere un segundo mandato al frente del TSJ

La plaza de la Audiencia se decidirá en unos meses, mientras que la del tribunal superior saldrá a finales de año

A. RALLO

Sábado, 7 de febrero 2015, 22:02

La presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Pilar de la Oliva, quiere presentarse a un segundo mandato al frente del alto tribunal valenciano. Sólo un cambio de las circunstancias alteraría su decisión. Hoy por hoy tiene el convencimiento pleno de pelear de nuevo por la plaza. De la Oliva se ha mostrado durante estos dos últimos años más cómoda que en sus inicios al frente de la institución. Y eso que la etapa no ha resultado sencilla. Más bien, todo lo contrario. Durante su presidencia se han sentado en el banquillo del TSJ, por citar los ejemplos más sobresalientes, el expresidente Camps -fue absuelto en la causa de los trajes- y el siete veces conseller de la Generalitat, Rafael Blasco, condenado a ocho años de cárcel por el desvío de fondos destinados al Tercer Mundo.

De la Oliva desembarcó en el TSJ desde el juzgado de Instrucción 10 de Valencia. Un salto de enorme magnitud, aventuraron sus críticos. En un primer momento deslizó u otros lo entendieron así que su paso era temporal. Tan sólo cinco años para hacer olvidar a Juan Luis de la Rúa, que tuvo un último tramo especialmente convulso. Y superado esto, dejaría el paso libre al siguiente candidato.

Pero De la Oliva, a medida que avanzó su mandato, se fue consolidando. Su presidencia se ha volcado en cuestiones internas, de mejorar el funcionamiento de los juzgados, de volcarse con sus compañeros, de mostrarse cercana al juez, especialmente al de los pueblos, tradicionalmente olvidado. Vocación de servicio público.

No se le recuerdan salidas de tono ni declaraciones fuera de lugar. Sus reivindicaciones se concentran básicamente en los discursos de la Apertura del Año Judicial, donde no ha dejado de pedir más medios para luchar contra la corrupción. No concede entrevistas. Unos defienden que evita el protagonismo. Otros, que es una manera de protegerse de preguntas incómodas. Limitó su perfil institucional. Cuida mucho dónde acude, qué dice y con quién se relaciona.

De la Oliva pertenece a la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM). Sus relaciones con la Conselleria de Justicia y por extensión con la Generalitat no han sido fáciles. Sin duda, la peor etapa fue la del conseller Jorge Cabré. Se cortó todo el contacto.

El Consejo del Poder Judicial, cuyos vocales eligen al candidato, cambió hace cerca de un año. Los apoyos que auparon a De la Oliva en su nombramiento ya han desaparecido. Ahora la única representante valenciana es Carmen Llombart, actual presidenta de la Audiencia.

La decisión de Pilar de la Oliva puede frenar las esperanzas de otros candidatos. Lo habitual es conceder la renovación si el primer mandato ha estado exento de polémicas. Y así ha sido el caso. Fernando de Rosa aspira al puesto del TSJ, tal y como contó LAS PROVINCIAS. Pero, de momento, se centrará en la Audiencia. El tiempo destapará las cartas del resto. El magistrado Pedro Castellano tampoco descartaría presentarse, según algunas fuentes consultadas. Y a buen seguro que saldrán un par de nombres de las asociaciones progresistas y quizá algún candidato inesperado.

No hay que olvidar que en la última convocatoria -fueron necesarios tres procesos de selección- se llegaron a presentar una veintena de aspirantes. Algunas fuentes apuntaron insistentemente al juez decano de Valencia, Pedro Viguer. De hecho, esta misma semana se nombraba al nuevo presidente del TSJ de Murcia que también ha dado el salto desde el decanato de los jueces. Pero esta hipótesis sólo sería factible si De la Oliva no optara a un segundo mandato.

La Audiencia de Valencia centra ahora el interés de los magistrados. Hasta la fecha, el único que ha anunciado que concurrirá a la plaza es Fernando de Rosa. Un ramillete de aspirantes sigue pensando su decisión. El plazo termina el próximo 13 de febrero. Alguno incluso puede esperar al último día para dar el paso. Entre ellos, figura el magistrado de Jueces para la Democracia, José Manuel Ortega o la candidata de Foro Judicial Independiente, Carolina Rius. Otro de los que suena con fuerza es José Lara, de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM).

Los vocales del Poder Judicial elegirán una terna final tras las entrevistas con los aspirantes. Los criterios para el puesto son los méritos, capacidad y las habilidades en puestos de gestión, entre otros. Sin embargo, resulta casi determinante la asociación a la que pertenezca el aspirante y el habitual pacto entre vocales progresistas y conservadores.

Otra de las plazas que quedará libre, la de teniente fiscal del TSJ

El teniente fiscal del Tribunal Superior de Justicia, Gonzalo López Ebri, termina mandato el próximo mes de marzo y volverá a presentarse a la plaza. El responsable pertenece a la Unión Progresista de Fiscales (UPF). Las fuentes consultadas dan por hecha su renovación salvo sorpresa mayúscula. Además, el reciente cambio en la Fiscalía General del Estado con la llegada de Consuelo Madrigal también juega a su favor. Pese a las escasas probabilidades, la conservadora Asociación de Fiscales (AF) baraja presentar alternativa. El candidato sería Fernando Cabedo, el actual responsable de la sección de Delitos Informáticos y que concurrió recientemente a la jefatura de la Fiscalía Provincial. La AF ya consiguió la plaza del actual fiscal superior de la Comunitat, Antonio Montabes, quien sustituyó a Ricard Cabedo.

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