Ocho valencianos acondicionarán la Base Juan Carlos I del CSIC en la Antártida

Emprenderán una aventura que ninguno esperaba realizar. Les invaden los nervios y la impaciencia. Es una experiencia laboral y vital única para ellos. Un grupo de ocho valencianos han sido reclutados para llevar a cabo la misión de acondicionar la Base Juan Carlos I del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la Antártida.

Los trabajadores de Front Panel, la empresa subcontratada por la también valenciana Global Cleop para desarrollar el trabajo ordenado por el Ministerio de Economía y Competitividad, visitaron la redacción de LAS PROVINCIAS. Con edades comprendidas entre los 23 y los 58 años, Israel, Joaquín, Marc, Hilario, Luis, Juan, Alejandro y Vasile se perderán estas navidades en familia por trabajo, un empleo "que, sin duda, necesitábamos".

Algunos de ellos se encontraban en el paro y otros en una situación laboral precaria debido al bache por el que atraviesa la construcción, por lo que el ofrecimiento era irrechazable.

Su trabajo consistirá en poner a punto unos recintos que presentan una estructura diáfana. Llevarán a cabo labores de aislamiento, colocación de techado y se encargarán de realizar todas las divisiones internas de cada uno de los tres módulos agrupados en forma de y para que los científicos del CSIC puedan desarrollar su cometido.

Una vez que Gregorio Rodríguez, administrador de la sociedad, consiguió la prestación del servicio, delegó en uno de sus técnicos, José David Gil, la tarea de reclutamiento de los trabajadores. "Me puse en contacto con un compañero y amigo de la universidad, Luis Alonso, ingeniero técnico, para ofrecerle un puesto y pedirle ayuda para conseguir operarios", cuenta este último.

Así que entre los dos y Gregorio comenzaron a entrevistarse con cerca de una treintena de candidatos. Escogieron a nueve y todos tuvieron que someterse a unas pruebas médicas exahustivas, en las que sólo uno no resultó apto. A finales de noviembre, los trabajadores empezaron a preparar el viaje. "Y eso que al principio creíamos que todo esto se trataba de una broma", afirmaban. Estarán en la Antártida hasta mediados del próximo mes de marzo, durante el verano austral.

Para llegar al Polo Sur recorrerán más de 14.000 kilómetros en cinco días. El periplo lo desarrollarán en dos turnos.

Plan de viaje

Los primeros se marcharon a las seis y media de la mañana desde el aeropuerto de Manises hacia Madrid. A las doce menos cuarto de la noche embarcaron en otro avión a Santiago de Chile, un trayecto de más de trece horas. Una vez cruzado el charco, tomaron otra aeronave que les trasladó en tres horas y media hasta Punta Arenas, en el extremo sur del país, donde hicieron noche en el Buque Sarmiento de Gamboa del CSIC, atracado en el Estrecho de Magallanes, punto de conexión con la Antártida. El segundo turno hará este recorrido en el Buque Hespérides.

Al día siguiente, el barco les llevó a la Isla de Livingston, donde se encuentra la base española, atravesando el temible pasaje de Drake, cuyas aguas son las más peligrosas del mundo, con tormentas y olas de hasta 10 metros. Es el cruce más corto que existe para acceder al sexto continente desde cualquier punto del planeta.