LAS PROVINCIAS
Martes, 19 de abril 2016, 20:20
Los dos misioneros valencianos que han sobrevivido al terremoto del pasado sábado en Manta aseguran que tres días después, hay mucha gente viva aún bajo los escombros, que grita y esta situación es muy triste y dolorosa y tenemos que rezar mucho.
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El sacerdote Ramón Peris Pla, natural de la localidad valenciana de LAlcudia de Crespins y misionero en Ecuador desde hace más diez años, y el seminarista de Rafael Alventosa, de la pedanía de Ayacor, en Canals, que colabora con él, ayudan a las víctimas del seísmo y colaboran en el sepelio de las víctimas.
Nosotros estamos bien, pero hay mucho desastre a nuestro alrededor ha indicado Rafael Alventosa. Estamos ayudando en lo que podemos, nos han llegado desde la capital, Quito, toallas, alimentos no perecederos y agua y lo estamos ya repartiendo en los salones de catequesis de la parroquia, ha añadido.
Asimismo, ha explicado que como ha muerto mucha gente no podemos hacer los funerales en la iglesia porque los cuerpos de los fallecidos están muy golpeados y van directamente al cementerio que está muy cerca de la parroquia.
De hecho, Ramón Peris ante el continuo aumento de muertos, no puede hacer un funeral de cuerpo presente y apenas puede celebrar un responso e impartir la bendición ante cada fallecido, y ya después se realizará una misa para todos ellos, ha manifestado el seminarista que trabaja con él.
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El seminarista también ha asegurado que queremos dar el testimonio de que los católicos estamos aquí para lo que haga falta y en estos momentos solo podemos sacar fuerzas de quien nos la da que es Jesucristo.
El misionero y el seminarista que rigen la parroquia de San Patricio en la ciudad portuaria de Manta tuvieron que pasar la primera noche tras el terremoto en colchonetas en el patio de su casa, ubicada junto al templo.
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El seísmo ha producido numerosas víctimas mortales entre los feligreses de los misioneros valencianos y graves daños materiales en su zona, en el territorio en el que se extiende la parroquia de San Patricio, integrada por un total de siete capillas en los que atienden a una feligresía de 50.000 personas.
Jesuita valenciano en Quito: Tuvimos que parar la misa por el seísmo
Por su parte, otro misionero valenciano en Ecuador, el jesuita valenciano Federico María Sanfeliu, ha indicado desde la capital, Quito, que aquí los daños han sido mucho menores al encontrarnos lejos de la zona del terremoto pero si que se notaron los temblores y tuvimos que detener la eucaristía que estábamos celebrando en el momento del seismo, ha explicado.
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