Flamencos en un campo de arroz de la Albufera este viernes. Jesús Signes

«Los flamencos son preciosos pero nos están arruinando a los labradores»

Los agricultores denuncian que las aves arrasan las semillas del arroz en la Albufera y AVA-Asaja ha pedido a la conselleria que indemnice a quienes han sufrido pérdidas en sus cosechas

José Molins

Valencia

Sábado, 17 de junio 2023, 00:35

Un nuevo problema está afectando de lleno a los agricultores en la Albufera. Se trata de los flamencos, que están atacando los campos de cultivo de arroz y han arrasado ya con decenas de terrenos, echando a perder toda la cosecha del año. Esto ... supone pérdidas de miles de euros a los agricultores, que están desesperados porque han llegado a ver destrozados todos sus campos y se han quedado sin ganancias. Zonas como Alfafar, Sollana, El Palmar o Cullera son las más afectadas.

Publicidad

Estos ataques se suelen producir en horario nocturno, entre las 21 horas y las 8 de la mañana, que es cuando los flamencos salen en grandes bandadas, en algunos casos de entre 200 y 300 aves buscando alimento en los terrenos de cultivo de la zona. Al llegar a un campo, escarban con sus patas en busca de insectos para comer y destrozan las semillas de arroz recién plantadas, de forma que ya no crece. Los labradores se muestran impotentes cuando por la mañana descubren que sus campos están echados a perder. Desde que comenzó la siembra a principios de mayo, especialmente de la variedad J. Sendra, este problema está yendo en aumento.

José Felip Pinto es un agricultor que está sufriendo estos ataques en los cuatro campos que tiene en Sollana, en Les Bases, Saladar y Borronar. «Me está causando grandísimos problemas. Vienen de madrugada, a las 5 de la mañana llegan a los campos, me han destrozado ya más de 100 hanegadas de arroz, me han hecho mucho daño», dice el hombre, que cuantifica sus pérdidas en unos 20.000 euros. «Estaba todo recién plantado y los flamencos lo han hecho polvo, incluso he resembrado dos veces y las dos lo han destrozado», asegura. Pinto apunta que se está convirtiendo en la principal amenaza. «Son animales muy bonitos, preciosos, pero alguien tendrá que pagar el daño que hacen, porque nos arruinan a los labradores, me han dejado sin las ganancias de todo el año, son el gran enemigo de los agricultores, porque no dejan nada en el campo, entran bandadas de 300 flamencos y lo destrozan todo», expone.

El agricultor José Felip Pinto muestra su campo destrozado. Jesús Signes

El representante de la sectorial del arroz de la asociación de agricultores AVA-Asaja, José Pascual Fortea, indica que está habiendo muchas quejas de labradores. «Hay muchos terrenos afectados, se trata de una plaga que tenemos que combatir ahora, un problema que tenemos muy grave. El 30 o 40% de las parcelas de la Albufera están afectadas por los ataques de los flamencos», expresa. «Ya tenemos bastantes problemas, pero este es uno bastante grave, donde se meten los flamencos remueven mucho la tierra y la semilla del arroz ya no sale, no hay manera de que crezca y hay que plantarla otra vez, pero en muchos casos ni siquiera así vuelve a salir, o entran otra vez los flamencos y remueven todo de nuevo», dice Fortea.

Publicidad

Antonio también tiene con sus hijos unos campos de arroz en El Palmar. «Donde se tiran los flamencos dejan el cultivo arrasado. Este año es el primero que ocurre, porque hay muchos, se ven bandadas porque el parque donde tienen la reserva está muy cerca. Escarban buscando gusanos y sueltan el arroz y entonces ya no sale. No se comen la semilla, pero la arrancan del sitio y ya no crece», explica el hombre.

Con motivo de esta situación de alarma, AVA-Asaja se ha reunido con la conselleria de Agricultura para pedir indemnizaciones a los afectados y que busquen una solución para estos ataques de flamencos. «Nos dijeron que crearían una línea de ayuda para los daños que han hecho. Este año es el primero que está ocurriendo a este nivel, porque antes había una población muy pequeña, pero ahora es una barbaridad, la migración ha provocado mucho daño de los flamencos», dice Fortea. «Lo he denunciado, hay tres expedientes míos en la conselleria por estos ataques, pero ya veremos, ahora comprobarán el daño que me han hecho y espero que me paguen algo», indica Pinto.

Publicidad

Ataques generalizados

Fortea asegura que los daños en los campos está siendo generalizado, aunque en mayor o menor medida según se hayan producido los ataques. «Hay quien tiene un 30% de la parcela afectada, otros el 50 y otros que está todo el terreno completamente destrozado», dice el representante de la asociación. «Están por todas partes, por las noches se ponen a remover el campo, con las patas y con el pico y donde ven que hay plantas se paran, no les estorba nadie», indica.

Por el momento la manera que están encontrando los agricultores de espantar a los flamencos para que no ataquen los campos es enfocándoles con luces. «Tratan de esquivarlos haciendo luces, con los coches o con otros aparatos, como pueden, por las noches la Albufera parece una discoteca por las luces, pero para eso tienen que ir a estar de guardia para espantarlos o contratar gente que lo haga, y eso es otro gasto más de todos los que tienen, no se puede soportar», dice Fortea. Pinto también ha intentado poner plásticos o cañas, «pero nada, no hay manera, atacan igual». Al ser un paraje natural, está prohibido disparar petardos para ahuyentar a estas aves. «Y como son animales protegidos, tampoco les puedes hacer nada», añade Pinto.

Publicidad

El foco del problema es que este año se ha multiplicado el número de flamencos que viven en la Albufera. El censo que se ha realizado ha permitido calcular que se han reunido en el espacio natural cerca de 12.000 ejemplares y se han contabilizado unos 4.000 nidos. Muchos ya han nacido aquí, y además siguen viniendo por la sequía en el parque de Doñana y en el Delta del Ebro. «No han sembrado arroz en otras ciudades y por eso están llegando tantos, y se están cebando con los arrozales valencianos», expresa Fortea. Un problema que va a aumentar en el futuro, según el labrador Antonio: «A la larga puede afectar mucho más aún, porque si se quedan aquí cada vez habrá más flamencos y será peor, el cultivo menguará y habrá mucho menos arroz, será un desastre».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad