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JUAN SANCHIS
Domingo, 5 de enero 2020
Ha concluido 2019 y el parque natural de la Albufera sigue sin plan de prevención de incendios forestales. Y ya son tres años desde que en 2016 concluyera la vigencia del que se aprobó en 2006.
Pero no es el único parque en estas condiciones. En la misma situación se encuentran otros 16 parajes que cuentan con el máximo nivel de protección en la Comunitat: Serra d'Irta, Prat de Cabanes, Desert de Les Palmes, Columbretes, Calderona, Marjal Pego-Oliva, Montgó, Serra de Mariola, Peñón d'Ifach, Font Roja, Salinas de Santa Pola, El Hondo, Lagunas de Torrevieja, Hoces del Cabriel, Serra Gelada, Túria y Panyagolosa.
La Conselleria de Emergencia Climática únicamente aprobó el año pasado uno de los planes pendientes, el de la Serra d'Espadán. El resto continúan a la espera. Según datos del departamento de Mireia Mollà, se ha iniciado la tramitación de otros quince, entre ellos el de la Albufera. Pero aún no hay fecha para su entrada en vigor.
Además, sólo el 28% de las medidas propuestas en el anterior plan de prevención de incendios, que data de 2006, se han puesto en marcha. Así lo recoge el documento previo para la redacción de la nueva planificación.
Mientras, cada vez hay más incendios dentro del parque natural. Así lo recoge el estudio elaborado por la Conselleria de Emergencia Climática. En la década entre 1993 y 2003 se contabilizaron 38 siniestros con una media anual de 3,5.
En la siguiente década el número de incendios fue de 41, es decir, 4,1 al año. También se registró un incremento de la superficie afectada por las llamas. Entre 1993 y 2003 fue de 13,77 hectáreas, mientras que en el siguiente periodo evaluado fue de 41,47. Todo esto supone, según el documento de trabajo, un aumento del 8% en el número de siniestros.
Más grave es que la superficie quemada en los últimos años también se ha incrementado. Entre 2008 y 2017 esta se triplicó al aumentar la media de hectáreas arrasadas en cada uno de los siniestros. Entre 1993 y 2003, el 89% de los incendios afectaron a una superficie inferior a la media hectárea, mientras que en los últimos diez años sólo un 68% es tan pequeño
Además, el número de incendios que se producen dentro del parque es ligeramente superior a los que se registran en la provincia de Valencia. A este hecho se añade que mientras que la tendencia fuera del parque es al descenso, dentro del espacio protegido es a la inversa.
La mayor parte de los incendios que se producen en el parque se registran en los meses de marzo, julio y agosto, estos dos últimos en pleno verano. Pero es en agosto el mes más problemático ya que se concentran el 24% de los siniestros (con 10 de los 41 incendios analizados, 7 de ellos intencionados).
El documento desciende hasta la franja horaria en la que son más frecuentes los incendios. Las horas más peligrosas son entre las 13 y 17 horas, aunque es especialmente sensible el periodo a partir de las cuatro de la tarde.
La mayor parte son incendios intencionados. Además se aprecia un incremento a partir de 1993 de forma que seis de cada diez tienen este origen. También se ha detectado un incremento de las negligencias que acaban provocando un siniestro en el parque.
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