El 'doble' que perchaba en 'Cañas y Barro'

En El Palmar, muchos amigos todavía le llaman Tonet por la calle, porque recuerdan cuando Vicente Aleixandre trabajó de forma destacada en el rodaje de la serie televisiva 'Cañas y Barro'. No fue el único del pueblo que intervino en la grabación de los seis capítulos sobre la famosa novela de Blasco Ibáñez, claro; más de sesenta vecinos fueron contratados como extras o para tareas específicas, pero es que Aleixandre se ocupó de doblar nada menos que a tres de los protagonistas: a Tonet (Luis Suárez), a Tono (Manuel Tejada) y también a Neleta (Victoria Vera). Lo eligieron porque era joven (18 años) y sabía perchar a la perfección (empujar las barcas clavando sucesivamente en el fondo las llamadas perchas, que son varas largas). De modo que cuando se trataba de escenas en las que había que perchar en un 'albuferenc', allí estaba Vicente, y si la que se suponía que perchaba era Neleta, como en su trayecto en la ficción hacia Catarroja, le ponían ropas de mujer y realizaban las tomas de espaldas o de perfil. Luego, en el montaje, todo se compone y se genera la fascinación.

Quien fue durante años concejal del Ayuntamiento de Valencia y alcalde pedáneo de El Palmar está alejado hoy de la primera línea política y no cree que vuelva ya al protagonismo directo, porque le absorben las ocupaciones como empresario hostelero. Con su familia regenta tres restaurantes en El Palmar y se siente muy comprometido con la tarea de apoyar a sus hijos, Ignacio y Nieves, que ya están desde hace un tiempo en el negocio.

Vicente Aleixandre recuerda con mucho cariño aquella época de 'Cañas y Barro', en 1978, por la gran experiencia que le supuso y porque representó el lanzamiento definitivo de El Palmar como punto turístico y gastronómico de primer orden. El rodaje le ocupó durante 90 días y le pagaban 1.200 pesetas por jornada.

En aquella época, en el pueblo había aún pocos bares-restaurantes y de escasa especialización. Uno de ellos, que fue el primero y lo abrió su abuela, Pepeta 'la Pitoña', era el del Casino del pueblo, que hoy se llama El Palmar. Pero la emisión de 'Cañas y Barro' fue un revulsivo inimaginable. Todos querían conocer los lugares y las anécdotas del rodaje; de paso descubrían la Albufera, las barcas, los canales, las anguilas... Y la excursión se completaba quedándose a comer. Así que la oferta culinaria tuvo que multiplicarse con rapidez. Hoy son 31 los restaurantes que existen en El Palmar, una aldea de pescadores en su origen que se ha ido reconvirtiendo para atender la afluencia turística.

Aleixandre calcula que cualquier domingo o festivo «aquí en el pueblo daremos de comer a más de seis o siete mil personas». Y, naturalmente, muchos de los que acuden quieren ver más cosas, pasear en barca... Ahí está por ejemplo Ernesto Soler, uno de los 20 barqueros que atienden la demanda en alza. Tiene su 'parada' en el canal de la Reina, detrás del restaurante de Aleixandre, y es también destacada muestra de la reconversión obligada: era pescador, pero tuvo que cambiar hace tiempo, cuando ya escaseaba la anguila y empezaba a crecer el turismo. Hoy sigue pescando a ratos, por afición y para casa, y si coge de más, lo vende, pero la 'llisa', que abunda más, sólo la pagan a 60 céntimos el kilo y va a cupos; la anguila está a 6,20 euros, pero sale poca. La barca da más.