Quema de la paja del arroz. Adolfo Benetó

Las alternativas para la paja del arroz: de combustible bio a alimento para el ganado

Entidades localizadas en Valencia plantean proyectos de recogida de restos para darles una segunda vida, y evitar así las molestias ambientales y de salud que provoca la combustión de la vegetación

Gonzalo Bosch

Valencia

Miércoles, 16 de octubre 2024, 00:41

La recuperación de la quema de la paja del arroz sin parcelar ha causado molestias a distintos municipios cercanos al Parque Natural de la Albufera. La dirección en la que sopla el viento actúa como bala en una ruleta rusa, escogiendo cuál será el ... siguiente municipio que sufra la humareda que provoca la combustión de los restos generados en los arrozales. Los agricultores insisten en que la quema es la mejor de las soluciones para evitar que la paja se pudra y afecte negativamente al suelo cultivable. Éstos cuentan con el apoyo de las administraciones públicas, quienes autorizan esta práctica aunque proponen otras alternativas como el fangueo. Sin embargo, ecologistas y algunos vecinos de las pedanías apelan a la búsqueda de una alternativa que garantice la salud pública y respete al medio ambiente, mientras tampoco suponga un gasto extra a los agricultores.

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Una de las alternativas la proponen desde Rice to Energy, una sociedad integrada por Naturgy, Genia Bioenergy y Enagás Renovable. Bernat Chulià, director de Proyectos de Genia Bioenergy y socio fundador de dicha compañía, explica la iniciativa que pretenden de poner en marcha para la campaña 2025 del arroz: «Somos muy conscientes del problema que supone la quema de la paja del arroz, por eso nuestra iniciativa está comprometida para solucionarlo por dos motivos. El primero es porque somos valencianos, y como tal queremos ayudar al sector arrocero. Por otro lado, somos expertos en la generación de bio metano, y sabemos producir esta energía a partir de la paja del arroz«.

Tal y como explica Chulià, Genia Bioenergy pretende poner a funcionar una planta en Sollana que se encargue de digerir esa paja del arroz para convertirla en bio metano, un gas ecológico que se puede utilizar para el consumo energético de particulares. «Tendremos la planta en Sollana, además de almacenes por todo el marjal, así que la logística será muy cómoda», explica Chulià, que añade, «además, la paja restante se transformará en digestato, un abono natural que se puede reutilizar en para nutrir los campos de cultivo». En este sentido, la paja del arroz tendría dos finalidades: la generación de energía bio, así como de abono para los campos con la paja restante.

De esta manera, el objetivo de esta iniciativa es comenzar con la recogida en la campaña del año que viene, para poder arrancar el funcionamiento de la planta en 2026. Además, tal y como explica Bernat Chulià, su proyecto cuenta con el apoyo de las administraciones públicas. «Nuestro proyecto cuenta con el interés de la Generalitat. Además, recibimos una carta oficial del ayuntamiento de Valencia por motivo de la Capitalidad Verde», sentencia Chulià. Por otro lado, desde Genia Bioenergy afirman que los agricultores no deberían tener costes extras a la hora de ceder la paja para esta entidad.

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Mientras esta alternativa se pone en marcha, otra lleva años en la lucha por evitar las quemas en los arrozales. Se trata de la empresa Paja de Arroz Valencia. A fin de evitar la quema y las posibles consecuencias negativas que esto conlleva, la empresa se encarga de recoger y empacar los restos de la cosecha para darle una segunda vida en distintos formatos, como alimento para la ganadería o que sirva como materiales para la construcción ecológica. «La quema es una medida que las administraciones autorizan porque no están bien asesoradas. Las alternativas existen, nosotros somos una», afirma el creador de la empresa, José Luis Pecino.

«Nosotros acudimos al campo de cada agricultor y recogemos la paja, y ya nos ocupamos nosotros de ofrecerle una segunda vida. La quema es la solución fácil, y nosotros tratamos de aportar la misma sencillez con nuestra propuesta sin que suponga coste alguno para el agricultor», sentencia Pecino. En lo que va de año, Pecino ha recogido en su empresa 750.000 kilos de paja y todavía continúan recogiendo. «Cada año la recogida depende de cuando empiece la campaña. Cuanto más tarde arranque, menos podremos recoger», explica.

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En tan sólo cinco días, vecinos de El Saler, Alzira, Beniparrell o Alcàsser han sufrido las consecuencias de la humareda que provoca la quema de la paja del arroz. Empresas como la de Pecino o Chulià buscan dar una solución que sea beneficiosa para el medio ambiente y no afecte a la salud pública, al mismo tiempo que no suponga costes para el agricultor. En medio de todas estas posibilidades, se alimenta la idea de la creación de ayudas por parte de las administraciones para aquellos tancats de difícil acceso, para que el transporte de la paja no suponga problemas a los actores implicados.

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