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ALBA SANTOS CLOUX
Jueves, 3 de marzo 2022, 00:48
El pasado 27 de diciembre, Adán Fernández Roca, maquinista ferroviario, fue víctima de un atropello intencionado mientras hacía una ruta ciclista, un deporte que practica desde que tenía 14 años. «Estaba solo en la carretera. Creí que me iban a matar», manifestó Fernández Roca con pesadumbre a LAS PROVINCIAS.
Cuando circulaba con su bicicleta por la carretera CV-502 en dirección a Cullera, el hombre se topó con un coche de color verde cuyo conductor se estaba incorporando a la carretera con una peligrosa maniobra de marcha atrás. «No me dio tiempo a frenar y tuve que ponerme en el carril contrario para esquivarlo. Mientras lo adelantaba, le grité que se podría haber esperado a que yo pasara», explicó.
Desde el retrovisor de su bicicleta, Adán vio que el coche se dirigía hacia él. «Se puso a mi lado y el conductor me empezó a insultar. Pasó tan cerca de mí que me golpeó con el retrovisor en el brazo. Conseguí controlar la bicicleta y no llegué a caer, pero le levanté el brazo para enseñarle lo que me había hecho», señaló.
De repente, el automóvil se paró y, marcha atrás otra vez, se dirigió hacia él. «Me puse en el carril contrario para esquivarlo. Me quería atropellar», añadió la víctima, quien en ese momento, impulsado por el miedo, no dejaba de pedalear. A través del espejo retrovisor, vio que el coche regresaba: «Se colocó a mi lado, bajó la ventana y comenzó a insultarme. El coche me golpeó, me tiró y se dio a la fuga».
Atención médica
Tras el atropello, el maquinista ferroviario llamó al 112. Una patrulla de la Guardia Civil acudió al lugar, auxilió a la víctima y le informó también de sus derechos. Para poder presentar luego la denuncia, el ciclista fue a un centro médico cercano donde examinaron y curaron las contusiones que había sufrido como consecuencia de la caída. Adán también facilitó a los agentes de la Guardia Civil los datos del coche que le atropelló, incluidos los números de la matrícula.
«Desde entonces la única llamada que he recibido ha sido del hospital, que se puso en contacto conmigo para pagar los gastos médicos. Di los datos del coche y me informaron de que el dueño rehusaba a pagar ya que no recordaba haber pasado por esa carretera», afirmó Adán con indignación. «Respecto a la denuncia no sé nada. Estoy dispuesto a ir al juzgado, pero no sé si se están tomando medidas policiales», agregó.
Dos meses después del incidente, el ciclista aún no ha sido capaz de volver a hacer esa ruta solo. «Me da miedo volver a encontrarme al mismo individuo. No me extrañaría que al reconocerme se le volviera a ir la pinza», aseguró. Ese día, el hombre pensó que el coche le pasaría «por encima» y que no tendría la oportunidad de contarlo.
«Ahora tengo más cuidado con los conductores de los coches, y si cometen alguna infracción intento no decirles nado para evitar una situación similar», reconoció el maquinista ferroviario.
«Hay que denunciar este tipo de actos y hacer presión para que respeten más a los ciclistas en la carretera. A esta persona habría que quitarle el carné de conducir. Es un hombre violento y un coche en sus manos es como un arma», dijo de forma contundente. «Todavía pienso en qué hubiera pasado si le hubiera respondido o insultado», añadió preocupado.
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Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
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