Medio siglo del gran traslado de Tous
VIDAS TRAS EL DESASTRE ·
El antiguo pueblo fue evacuado a una nueva ubicación al llenarse el pantano y los vecinos dejaron atrás sus casasVIDAS TRAS EL DESASTRE ·
El antiguo pueblo fue evacuado a una nueva ubicación al llenarse el pantano y los vecinos dejaron atrás sus casasEl pueblo de Tous siempre estará ligado al pantano tanto porque esta gran infraestructura lleva su nombre como porque el pasado de este municipio se ... encuentra bajo sus aguas. Fue a finales de los años 50 cuando comenzó su construcción, una obra que suponía el fin de un núcleo urbano que hasta ese momento se situaba junto al cauce del río Júcar.
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En el año 1970 los vecinos de Tous tuvieron que abandonar sus casas e irse al nuevo pueblo construido en una zona alta de la Ribera. «Sabíamos que nos teníamos que ir porque se iba a inundar y el gran éxodo comenzó con camiones llenos de nuestros enseres», recuerda Maruja Ortega que tenía 29 años en aquel momento y que vivió el cambio con incertidumbre.
Los vecinos de Tous dejaban todo su pasado atrás ya que en el nuevo pueblo sólo se mantuvo la fachada de la iglesia y una fuente. La mayoría de casas fueron derruidas tras llevarse alguna empresa las tejas y puertas de mayor valor.
«No teníamos otro remedio que adaptarnos a la vida aquí. Es verdad que se vive mejor pero a mí me gustaba mucho el otro pueblo, era muy feliz», comenta María García con nostalgia que en el momento del traslado ya tenía dos hijos y estaba embarazada del tercero.
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Los vecinos coinciden en que el cambio fue para mejor al contar con un municipio más moderno y mejor comunicado pero siguen echando de menos la vida en Tous viejo.
«Teníamos más relación con los vecinos y en el lavadero nos juntábamos todas a hablar», comentan Maruja y María. Todavía recuerdan como iban a la fuente con los botijos para coger agua y llevarlo a sus casas por las calles empedradas.
En el nuevo pueblo que se inauguró de forma oficial en 1971 con el traslado en romería de la imagen del patrón, San Miguel, había tres tipos de casas que fueron sorteadas de forma pura ya que los vecinos sacaron boletos con el número de vivienda que le tocaba. De esta forma, algunos salieron ganando en el cambio y otros perdiendo pero todos tuvieron que pagar por los inmuebles.
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Una vez el pueblo antiguo se quedó vacío, algunos residentes se resistieron y aguantaron allí algunos meses más tras el traslado, el nivel del agua comenzó a subir y los toueros observaban desde la lejanía como su pasado iba siendo borrado. La única construcción que quedó en pie y que todavía se puede ver cuando el pantano está en niveles bajos es el campanario de la iglesia.
«Al ver la torre del castillo me puse a llorar porque desde mi antigua casa también la veía», explica María que como la mayoría de vecinos de Tous asistió a la romería celebrada hace unas semanas para conmemorar el aniversario del traslado.
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Muchos sentimientos afloraron en los toueros más mayores que siguen sintiendo como suyo el pueblo que se encuentra bajo las aguas del Júcar. «Era muy bonito, situado junto al río, con sus calles de piedra y en la plaza nos juntábamos todos para ver obras de teatro», repasa Maruja como era la vida en un pueblo que no quieren olvidar ya que es parte de su historia.
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