El autor del atropello al niño en la Ronda Nord de Valencia, en libertad, pero con una pulsera de control por violencia de género

El investigado deberá cumplir ahora con un amplio catálogo de medidas cautelares. Por ejemplo, no puede conducir vehículos ni acercarse al menor y a su familia al igual que contactar con ellos. También deberá personarse cada semana en los juzgados de Valencia. Pero, además, los funcionarios le instalaron este jueves una pulsera por un denuncia de violencia de género. Una medida que había solicitado en su momento otro juzgado diferente al que instruye el accidente. Este dispositivo de control alerta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuando los agresores se acercan a las denunciantes.

Se da la circunstancia de que Ángel C. S. fue denunciado el mismo día del atropello por una mujer con la que mantenía una relación sentimental. De hecho, el conductor había discutido con esta pareja y por ese motivo, según explicó, circulaba a más de 100 km/h por la Ronda Nord. La víctima le denunció en comisaría dos días más tarde.

La Policía Nacional catalogó a la víctima como de riesgo extremo y la acompañó a casa de un familiar. En la denuncia, la mujer aseguró que Ángel C. la amenazó con «clavarla» mientras blandía un cuchillo. «No chilles, no chilles, que vienen los payos», exclamó el detenido en referencia a la Policía, siempre según la declaración de la expareja. En una ocasión, relató ante los agentes, la tiró por las escaleras en presencia de las hijas menores del agresor, por lo que tanto ella como los policías temían por su vida.

No existe certeza acerca de si la pulsera es por este último asunto o por otra denuncia previa. Ángel C. tenía, en el momento en que se entregó ante la Policía Local de Valencia días después del siniestro, cuatro requisitorias judiciales. Se trata de un viejo conocido para los cuerpos policiales de la ciudad, dado que cuenta con 31 detenciones, la mitad de ellas siendo menor, por delitos como hurto o lesiones.

El hombre ha quedado en libertad con el informe favorable del fiscal y pese a la oposición de la familia del niño, que pretendía que siguiera en la penitenciaría. El ministerio público aceptó la salida de la cárcel porque la instrucción no está próxima a concluir. De hecho, aún se prolongará unos meses a la espera de que finalice el informe sobre la situación sanitaria del menor y las secuelas que, lamentablemente, arrastrará como consecuencia del brutal impacto.

El atropello se produjo en el cruce de la avenida Antonio Machado con el camino de Moncada. El conductor, al comprobar como toda la primera línea de detención del semáforo se encontraba ocupada por otros vehículos, cruzó «dos carriles hacia su derecha, ocupando un vial que se encontraba liberado y aumentó la velocidad para sobrepasar la línea de tensión semafórica, momento en el cual el menor fue atropellado», recoge el atestado policial. Otro dato relevante del estudio de los semáforos consiste en que cuando se produce el accidente, la luz roja llevaba exactamente 19 segundos activada a lo que hay que sumar otros tres segundos de ámbar.