Los Bomberos continúan los trabajos para extinguir el incendio del bingo y descartan daños estructurales en los edificios

Los bomberos continúan trabajando para extinguir las llamas del incendio que este viernes arrasó un bingo de la calle Pintor Benedito de Valencia, dejando 18 atendidos por humo y una tremenda alarma en todo el centro de Valencia. Los servicios de extinción esperan poder dar por sofocado esta mañana el siniestro, que ya está controlado.

Desde la calle Cuenca, donde la circulación está aún cortada hasta la plaza de España, ya se aprecia el humo que sigue saliendo doce horas después de que el edificio del bingo sufriera un pavoroso incendio este viernes. Ese denso humo que trepa a través de sendas columnas, una a razón de cada acceso a la sala de juegos calcinada, es el efecto más visible del siniestro, que no registró afortunadamente víctimas personales. El otro efecto, igualmente llamativo, es el olor. Un olor muy penetrante, a plástico quemado, que inunda el exterior de la finca pasto este viernes de las llamas y que despierta la curiosidad de los ciudadanos que se han congregado ante el lugar donde se desató el fuego.

«Huele como cuando se quema un contenedor pero a lo bestia, claro», explica un bombero mientras se toma un respiro en las tareas de extinción, que proseguirán durante un tiempo. Forma parte del contingente que se mantiene desplegado en el lugar de los hechos; en total, cuatro dotaciones que está mañana de sábado se ocupan como tarea primordial de extraer del interior del bingo, mediante potentes máquinas que hacen un ruido ensordecedor, el humo que todavía resiste en el interior de la sala.

Unas maniobras que suscitan la atención de los curiosos congregados, medios de comunicación y autoridades como el concejal Juan Carlos Caballero. Entre quienes se encuentran también en la calle figuran algunos vecinos de las fincas aledañas que escaparon aliviados de más consecuencias de un incendio que solo generó cuantiosos daños materiales pendientes de evaluar.

El inspector de los Bomberos Amador Giménez ha confirmado en el escenario del incendio que el fuego está ya controlado pero que sigue saliendo humo por el abundante material de aislamiento calcinado «y por los rescoldos aún en llamas». Una primera inspección ya ha descartado daños estructurales en los edificios situados sobre los bajos. Tras la extinción total habrá que comprobar mejor «el forjado del primer piso, que ha sufrido un gran impacto del fuego». Por ahora los vecinos que necesitan coger enseres o documentos de sus casas son acompañados por los bomberos para hacerlo, excepto en el primer piso, pendiente de la valoración de los bomberos.

El fuego, que comenzó sobre las 17.40 horas en el bingo de la calle Pintor Benedito, hizo que 18 personas tuvieran que ser atendidas por los servicios sanitarios, aunque finalmente fueron dadas de alta in situ. Además, se desalojó a una treintena de vecinos, de los que 29 fueron realojados en hoteles por parte del Ayuntamiento, como ha señalado el portavoz municipal del Ayuntamiento, de un total de tres fincas. En el momento en que se dé por extinguido el fuego y se pueda acceder a la totalidad de la zona, se procederá a las labores de inspección para determinar el origen de las llamas, que deberá determinar la Policía Judicial y Científica.

Los vecinos de una de las fincas ya han podido regresar a sus hogares, como ha explicado Caballero. El Ayuntamiento recomienda el uso de mascarillas si se camina por la zona por la pesistente humareda que aún sale del bajo afectado. Los bomberos trabajan ahora en reponer los suministros de gas y agua. Los residentes han sido citados a las seis de la tarde para comprobar si todo está en orden y pueden ya pasar de nuevo la noche en sus casas.

La Policía Científica no podrá entrar en el bingo hasta que los bomberos completen la extinción. Las primeras hipótesis apuntan a que un cortocircuito en las conducciones eléctrica de la cocina originaron las llamas. Concretamente en el techo. Ahí es donde los empleados sitúan también la aparición de los primeros indicios del desastre que ha reducido el local de juego a cenizas.

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