La incomunicación de Torrent: de estar a 15 minutos del centro de Valencia a tardar más de tres horas en coche

«Hemos pasado de estar a 15 a minutos del centro de Valencia a tardar más de tres horas en llegar en coche». La frase es demoledora y llega desde Torrent, uno de los municipios valencianos afectados por la DANA. Porque al horror de los últimos días, se ha sumado casi la total incomunicación del municipio, en el que no sólo viven mas de 90.000 personas, que lo convierten en una de las localidades más pobladas de la provincia, sino que también está llegando a perjudicar a cerca de 50.000 personas, sobre todo aquellas que se desplazan a trabajar a Valencia.

Diez días después de la tragedia, en Torrent no hay metro. Apenas hay dos accesos por carretera (por Albal y por el Centro Comercial Bonaire) y sólo quedan dos puentes y las pasarelas peatonales han desaparecido. Con carreteras como la CV-33, cortada en ambos sentidos, el desplazamiento a Valencia o a otras zonas, especialmente, para ir a trabajar, se convierte en una odisea. Los vecinos son precavidos, van con tiempo, pero a veces llegar hasta la capital del Turia, por las dificultades del tráfico y las largas colas, es casi misión imposible. De ahí que se lleguen a tardar hasta esas tres horas y media, aguantando en un atasco incesante, para arribar al destino.

Tampoco hay apenas ya puentes que ayuden a la conexión y la circulación (las pasarelas peatonales han desaparecido). Sólo queda el Pont Blau y se ha recuperado otro que unía la calle Valencia con el polígono. Asimismo, uno de los que más ha estado afectado es el conocido como puente del McDonald's, que se construyó hace apenas unos años. Otro con el que no se puede contar es el que unía la calle Gómez Ferrer con el Cami Vell de Alaquàs.

Asó que hay que poner en contexto toda esta incomunicación. Este municipio de L'Horta Sud ha pasado de contar con una línea de metro desde las seis y media de la mañana hasta las once de la noche, con frecuencias en torno a los 14 minutos y que eran usadas por unas 500 personas cada vez, a la nada absoluta. Con la conexión mediante Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana interrumpida (sin una fecha de retorno determinada), se amplió la línea de autobuses que llega hasta el centro de la capital del Turia. «Pero pueden llegar con un retraso de hasta 40 minutos. La gente no se la quiere jugar porque en la mayoría de los casos deben llegar a trabajar», afirman.

Hace unos días, el Ayuntamiento de Torrent anunciaba cómo quedaba la línea de autobuses que permitía llegar a Valencia y a otros municipios de la zona. Se trataba de la línea interurbana 170, que el sábado 2 de noviembre comenzó a prestar el servicio con normalidad y en las paradas habituales. «El transporte entra por Masía del Juez, continúa por Cuatro Caminos, ya en la avenida El Vedat, hacia arriba, realiza el recorrido normal, volviendo de nuevo por la avenida, calle Valencia, Cuatro Caminos y con salida por Masía del Juez. Realizando el recorrido habitual a Alaquàs, Xirivella y Valencia (con fin en Plaza de España). Excepto al Centro Comercial Bonaire, por accesos restringidos», describe el Ayuntamiento la ruta que realiza este servicio. En lo que se refiere a la línea con servicio a Valencia, se ha reforzado estos días con tres vehículos más, sumados a los siete que ya tenía. Las frecuencias, según el Consistorio, era de cada 17 minutos de media. No obstante, como también alertaron, dependía de la situación del tráfico (El Ayuntamiento también creó una nueva línea de TorrentBus, que da servicios a los ciudadanos que se quieran trasladar al polígono y cuyas paradas son la puerta CC Las Américas, Concesionario Ferto, Umivale y finalizando en la Rotonda del Pantano, en ambos sentidos).

Como se ha visto en los últimos días, con retenciones de más de 70 kilómetros, la circulación en la provincia de Valencia ha sido casi imposible. Atascos imposibles y carreteras de la zona afectada por la DANA cortadas han afectado claramente al tráfico. De ahí esas más de tres horas en un coche que, como denuncian desde Torrent, se han vivido para poder acceder a la ciudad. «La gente tiene miedo a perder su trabajo», insisten los vecinos amenazadas por la falta de conexión por la falta de metro y accesos.

La alcaldesa del municipio, Amparo Folgado, lo tiene claro: «Ahora, nuestro principal problema es la incomunicación». Porque, asegura, el Consistorio ha utilizado sus recursos propios para limpiar las calles y las casas afectadas. Incluso, señalan desde el Consistorio, se ha construido con una partida de 700.000 euros un acueducto para llevar agua a los pozos de la zona de Calicanto. «Nuestro objetivo es que los ciudadanos puedan volver cuanto antes a la normalidad, pero sin comunicaciones es imposible. Pedimos la ayuda del Ejército o de la Conselleria para poder reconstruir los puentes cuanto antes», asegura. Afirma que, ante la situación que se avecina, el Pleno en el Ayuntamiento aprobó hace unos días reducir el IBI y no aplicar la tasa de basura en este próximo ejercicio.

Otro de los aspectos que agrava esta incomunicación de los vecinos del municipio es el hecho de que tampoco se han repuesto los accesos a las urbanizaciones de la zona, como pueden ser las de Calicanto. Como relatan los vecinos, las conexiones con Valencia y otros pueblos de la zona son casi inexistentes. Han tenido, incluso, que reconstruir los propios residentes una especie de senda para poder pasar. Pero además, el acceso que también se ha reconstruido se utiliza, sobre todo, para dar paso a vehículos de emergencia.

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