
A. G.
Lunes, 4 de marzo 2024, 16:32
John Cobra, el valenciano que se hizo famoso por su polémica actuación para representar a España en Eurovisión, vuelve a tener problemas con la Justicia. El youtuber es el último interno que ha recibido el Centro de Inserción Social (CIS) de Valencia para cumplir con una condena por un delito de lesiones.
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A estas instalaciones llegan los internos que tras cumplir parte de la condena -Cobra lo hizo en otro centro fuera de Valencia- progresan y pueden obtener algunas ventajas dentro del régimen penitenciario. Ahora los técnicos del CIS deberán analizar sus circunstancias, por ejemplo si dispone de un trabajo, a la hora de establecer un régimen penitenciario. Si tiene un trabajo en el exterior se suele acordar su salida y únicamente acude a pernoctar. Pero depende de las circunstancias. Cada caso es diferente.
John Cobra alcanzó una pequeña legión de fans por sus vídeos en Internet. Más tarde, con su lamentable actuación en la gala en la que optaba a representar a España en Eurovisión se convirtió en un rostro reconocible para toda España. El valenciano arrastra ya una trayectoria delictiva. Hace una década fue condenado por una fuerte discusión con su pareja.
El condenado, en realidad, responde al nombre menos agresivo de Mario. Los hechos se produjeron en 2010 cuando discutió con su pareja en la localidad de Puçol. La Policía acudió de inmediato al lugar y escuchó cómo el acusado, que ya tenía antecedentes penales, le decía a su pareja: «Hija de puta, te tengo que matar». Su novia le contestó: «Como te pille, te voy a pinchar». Los agentes comprobaron cómo la joven llevaba un cuchillo de cocina en sus manos. También ella fue condenada.
La cota más alta de popularidad para Mario llegó en uno de los peores días de Anne Igartiburu en televisión. Impulsado por los votos de un famoso foro, llegó a estar entre los finalistas para representar a España en Eurovisión. Fue una de aquellas ediciones en las que el sistema de votación permitía situar en el concurso a personas sin trayectoria artística, pero con fuerte apoyo en redes. Al terminar su canción -que estaba dedicada a su entonces pareja- y tras algunos abucheos, se dirigió al público con gestos obscenos. Se despidió con un «¡comedme la polla!».
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