El juez deja en libertad al autor del atropello a un niño de seis años a 100 Km/hora en la Ronda Nord de Valencia

El menor afronta desde hace siete meses un durísimo proceso de rehabilitación. El abogado de la familia del niño, no obstante, se opuso a que el conductor saliera de prisión por el riesgo de fuga y por el temor que generaría su excarcelación en la familia. Pero sus pretensiones han sido rechazadas.

El juez acepta de esta forma la petición del letrado del autor del atropello, pero establece ciertas medidas cautelares. Así, el imputado deberá acudir todas las semanas al juzgado. Estas comparecencias se realizan en la Oficina de Presentaciones, unas dependencias de la propia Ciudad de la Justicia.

Del mismo modo, se le prohíbe la conducción de cualquier vehículo a motor y se le decomisa el vehículo que causó el siniestro, un BMW. Además, se le impone la prohibición de acercarse a menos de 300 metros del domicilio del menor, del centro escolar al que acuda o de cualquier otro lugar o dependencia que tenga relación con el pequeño, como el hospital donde se trata de sus lesiones.

El atropello se produjo en el cruce de la avenida Antonio Machado con el camino de Moncada. El conductor, al comprobar como toda la primera línea de detención del semáforo se encontraba ocupada por otros vehículos, cruzó «dos carriles hacia su derecha, ocupando un vial que se encontraba liberado y aumentó la velocidad para sobrepasar la línea de tensión semafórica, momento en el cual el menor fue atropellado», recoge el atestado policial. Otro dato relevante del estudio de los semáforos consiste en que cuando se produce el accidente, la luz roja llevaba exactamente 19 segundos activada a lo que hay que sumar otros tres segundos de ámbar.

La vía, urbana y recta, con tres carriles no presentaba obstáculo ni problemas en el asfalto. La visibilidad, además, era óptima porque se trataba de un día despejado y con buen tiempo. Pero nada de eso contribuyó a evitar el trágico desenlace. El menor, que iba con su hermano mayor, fue proyectado 13 metros desde el paso de cebra. La Policía Local calculó la velocidad del vehículo de acuerdo al tiempo transcurrido entre las diferentes cámaras que captaron la presencia del automóvil. Y el dato que arrojó el estudio resulta notablemente imprudente: 101,93 km/hora en el momento en el que se produjo el atropello.

Ángel C. S. nunca se detuvo. Todo lo contrario. Emprendió una huida hasta un domicilio de Cerdá donde trató de refugiarse a la espera de que todo se calmara. Finalmente decidió entregarse cuatro días después a la Policía. No es este su primer problema con la Justicia. De hecho, afronta otras cuatro investigaciones por los delitos de usurpación (con una orden de ingreso en prisión), obstrucción a la justicia, violencia de género –fue denunciado por unos hechos cometidos el mismo día del atropello– y robo.