Uno de los principales puntos negros en las autovías de la Comunitat va a ser revisado y mejorado para aumentar la seguridad. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) va a incrementar en un carril el desvío de la A-3 a ... la A-7 en Valencia, a la altura de Loriguilla. Se trata de un tramo que siempre resulta especialmente conflictivo, fundamentalmente ahora en verano y en vísperas de fiestas como Semana Santa, cuando se acumulan miles de vehículos procedentes de Madrid y otras zonas de España en dirección a las playas de la Comunitat.
Publicidad
Actualmente ese tramo de la autovía A-3, comprendido entre los kilómetros 337 al 340, consta de cuatro carriles. Tres de ellos con sentido a Valencia, mientras que el carril derecho está delimitado con una gruesa línea continua y letras en el asfalto que indica que es únicamente para tomar el desvío hacia la A-7. El problema es que con sólo un carril, en los periodos vacacionales se crean grandes atascos por la cantidad de vehículos que quieren irse hacia las zonas de playa del sur de Valencia y Alicante o bien hacia las del norte y Castellón.
Es el gran embudo. Y ese atasco acaba afectando a la propia A-3 varios kilómetros antes del desvío, formando retenciones peligrosas que han generado muchos accidentes desde hace años. Se montan aglomeraciones todos los viernes por la tarde y sábados por la mañana del verano, los días antes del inicio de vacaciones y en el disparo de salida de las Pascuas o el puente de mayo. Viajeros de la Comunidad de Madrid y ambas Castillas fundamentalmente son los que más sufren estas situaciones en este punto negro. Sin ir más lejos, este pasado mes de abril, en el inicio de la Semana Santa, se produjeron atascos de cuatro kilómetros en este punto.
Por eso ahora el ministerio ha decidido tratar de arreglar este problema, en la salida 338 de la A-3 sentido Valencia, para eliminar este punto negro y reducir la siniestralidad. La solución será crear un segundo carril de desvío hacia la A-7 para duplicar el paso de vehículos y así aligerar el tráfico y proporcionar más seguridad. En principio este segundo carril tendrá una distancia de tres kilómetros hasta la incorporación al desvío que absorberán la mayoría del problema que se generaba hasta ahora con los atascos en esa zona, y que en los días de la operación salida podían llegar hasta Cheste, donde se han registrado muchos accidentes por este motivo.
Publicidad
La solución que se va a realizar será crear un segundo carril de desvío hacia la A-7 para de esta manera duplicar el paso de vehículos y así aligerar el tráfico y proporcionar más seguridad. En principio este segundo carril tendrá una distancia de tres kilómetros hasta la incorporación al desvío que absorberá la mayoría del problema que se generaba hasta ahora con los atascos en esa zona. En los días de la operación salida de tráfico las retenciones podían llegar hasta Cheste, donde se han registrado gran cantidad de accidentes por este motivo.
En muchas ocasiones estas retenciones a varios kilómetros del desvío aparecen por sorpresa, de repente, y obligan a reducir bruscamente la velocidad a los conductores, que circulan por ese tramo a 120 kilómetros por hora. Es entonces cuando más peligro hay de accidentes, por quienes no están totalmente concentrados en la carretera después de un viaje largo a su espalda y se encuentran de golpe con el atasco, pero ya no les da tiempo a frenar.
Publicidad
Y también suponen un gran peligro para la circulación los conductores que apuran hasta última hora para colarse en el carril de desvío, incluso atravesando esa gruesa línea continua desde los carriles con sentido hacia a Valencia, para ahorrarse la cola de coches de varios kilómetros. Listos que ponen en riesgo a los demás.
El Mitma ha aprobado el expediente de información pública y definitivamente el proyecto de trazado para la prolongación de carril y ampliación de la plataforma de la autovía A-3 a la A-7 (conocido como by-pass), en lo que supone el ramal de salida de la A-3 en su margen derecha, en la provincia de Valencia. El presupuesto estimado de la actuación es de 2,71 millones de euros.
Publicidad
«El objeto del proyecto es mejorar la conexión entre ambas autovías para facilitar una circulación más fluida y segura y tratar de evitar así que, en los momentos de tráfico más intenso, las colas alcancen el tronco de la autovía generando molestias por las retenciones a los usuarios de la vía», señalan fuentes del Ministerio de Transportes, en un proyecto que ya ha sido publicado en el BOE.
La actuación que se va a realizar será la ampliación de la sección del ramal de acceso a la autovía A-7 desde el margen derecho de la A-3 a dos carriles, de manera que, en caso de producirse retenciones en este, se evite que se trasladen al tronco de la autovía, ya que este carril se corresponde con un cuarto carril de trenzado que se genera a partir de la incorporación desde el enlace de la carretera CV-424 con la A-3.
Publicidad
Han tenido que pasar muchos años, y muchas víctimas mortales, para que el Gobierno tomara la decisión de poner una solución a esta ratonera que suponen el tramo entre los kilómetros 337 y 338 de la A-3, en esa conexión con el by-pass que tanto peligro acarrea. En los próximos meses será momento de comprobar si ese segundo carril que habrá en la incorporación a la A-7 resulta eficaz para acabar con la siniestralidad y ese tramo deja de dar miedo a los conductores.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.