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De izquierda a derecha, Roberto Bellido, Manuel Colomina y Víctor Bayón, del equipo de coordinación antiincendios. Irene Marsilla

Ojos desde el aire contra el fuego

El equipo de coordinación de aeronaves de la Comunitat se encarga de organizar a los medios aéreos durante los incendios para tratar de agilizar las labores de extinción

Gonzalo Bosch

Valencia

Jueves, 29 de agosto 2024, 15:44

Un verano más, la Comunitat se enfrenta con el paso del verano a las altas temperaturas, olas de calor, la sequía o tormentas eléctricas que traen los cambios bruscos en la meteorología, como una DANA. Todos estos acontecimientos favorecen que se originen incendios forestales, ... y la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuestas a las Emergencias es la entidad encargada de coordinar la lucha contra las llamas para que las consecuencias ambientales y materiales sean las menores posibles en el territorio valenciano.

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En el primer semestre de 2024 se han registrado en la Comunitat un total de 310 incendios forestales. En estas mismas fechas, el año anterior, se habían notificado un total de 240. Sin embargo, pese a que el número de focos donde se han originado fuegos ha aumentado respecto al año anterior, es importante fijarse en las hectáreas de campo afectadas en todos estos incendios. En este sentido, en 2024 han sido víctimas de las llamas 1093,52 hectáreas de campo valenciano, muy por debajo de las 3.662,25 hectáreas registradas en 2023. Con los números delante se puede afirmar que esta campaña surgen más conatos de incendio, pero se controlan y extinguen mucho antes de que su expansión afecte a zonas amplias de la Comunitat.

Como se ha mencionado anteriormente, el verano es un momento clave del año en la lucha contra incendios debido sobre todo a las altas temperaturas y la sequedad del campo ante la escasa presencia de precipitaciones. En 2023, desde julio a septiembre se registraron 98 incendios que afectaron a un total de 26,1 hectáreas. Este curso, hasta la fecha se han notificado alrededor de 90 incendios, aunque sólo el de Benasau fue de gran envergadura. Estas cifras reflejan que el control del fuego se ha llevado a cabo con la agilidad suficiente para evitar males mayores. Y de esa labor encomiable por parte de todos los equipos de Emergencias y Bomberos encargados en la extinción de incendios, juegan un papel fundamental el Equipo de Coordinación de Medios Aéreos de la Comunitat.

Atienden a LAS PROVINCIAS los tripulantes de un helicóptero Agusta 109-ECO, denominado V1. Ellos son Víctor Bayón, comandante de la aeronave; Roberto Bellido, técnico de mantenimiento y tripulante en la extinción de incendios; y Manuel Colomina, operador de medios tecnológicos. Cuando se origina un incendio, medios aéreos y terrestres se desplazan a la zona para iniciar las tareas de extinción. Si durante los trabajos, son necesarios un mínimo de cuatro medios aéreos, o al menos uno de otra comunidad autónoma diferente, el Puesto de Mando Avanzado (PMA) reclama la presencia de este V1. «Nosotros somos para el PMA los ojos de lo que está pasando», explica Bellido.

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La labor de este equipo de Emergencias es esencial. Al haber varios medios aéreos sobrevolando una misma zona, es necesario que alguien coordine su navegación para garantizar la seguridad y evitar accidentes. Además, su vista desde el aire permite ayudar al puesto de mando a tomar decisiones en la forma de proceder. «La estrategia contra el incendio siempre se lleva desde el PMA, pero nosotros colaboramos con ellos aportando información sobre los puntos calientes, las elevaciones de tierra que puedan existir en la zona afectada, o los puntos clave de descarga de agua de las aeronaves», explica Bayón.

Bayón es el comandante y por tanto se encarga del pilotaje, además de la coordinación del resto de medios aéreos que trabajen contra el fuego. Si Bayona se encarga de la comunicación en el aire, Bellido, por su parte, es el receptor de las llamadas tierra-aire. El tripulante, además de las tareas de mantenimiento del vehículo, se encarga de transmitir a Bayón las instrucciones del puesto de mando. Además, Colomina opera con una cámara tanto espectro visible como infrarrojo y graba el incendio en busca de puntos calientes. Del mismo modo, su cámara se transmite en directo a las pantallas del puesto de mando y en el centro de emergencias. De vez en cuando Colomina captura imágenes de lo más relevante que ocurre durante el incendio para que quede registrado.

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«El puesto de mando nos transmite las órdenes para luchar contra el incendio y nosotros coordinamos a los medios aéreos para cumplir el objetivo manteniendo la seguridad en el aire. Tenemos una función similar a la de una torre de control de un aeropuerto, aunque con menos medios», esclarece el comandante. En el caso de la participación de naves de otras comunidades, ellos también deben estar presentes. «La coordinación con otros equipos está perfectamente estandarizada. Nuestra labor es facilitar que conozcan el terreno. Un avión de descarga de Zaragoza no tiene por qué conocer dónde está el punto de recarga más cercano y nosotros facilitamos esa información», sentencia Bellido.

«Realmente afectan muchos factores para enfrentarse a un incendio. La meteorología, el relieve o que las zonas comprometidas no sean accesibles para los medios de tierra», comenta Colomina. Muchas veces, cuando un incendio se descontrola, estas funciones se realizan durante horas, por lo que los descansos son obligatorios. «Existe un helicóptero de coordinación V0 y otro V1 para que siempre haya uno en el aire cuando se necesite. Si nosotros estamos trabajando y nos toca parar, el V0 vuela, nos solapamos en el aire para transmitir toda la información, y luego ellos continúan con la coordinación mientras nosotros volvemos a la base a descansar», aclara Bayón. Aunque, según cuentan los tres, el descanso es relativo: «cuando llegas a la base hay que revisar la nave, repostar, reenviar la información... Se descansa poco», afirman entre risas.

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Por suerte, en lo que va de año estos tres tripulantes no han tenido que intervenir en un gran incendio en lo que va de año. «Fuego en verano siempre va a haber, lo que hay que hacer es que esos conatos se controlen lo antes posible. Este verano se están mandando muchos medios muy rápido y se está consiguiendo que no se extiendan estos incendios», destaca Bellido. «De momento el verano está yendo bien. Estamos a mitad de agosto, esperamos que siga así, tocamos madera», sentencia Bayón antes de volver al cielo con su V1 y continuar con su trabajo para evitar que los campos de la Comunitat sean pasto para las llamas.

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