M. G.
Lunes, 11 de diciembre 2006, 04:23
El golpe de Estado de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973, afectó también a dos valencianos que trabajaban para el Gobierno de Salvador Allende: Joan Enric Garcés, asesor del presidente, y su hermano Vicent, funcionario del Ministerio de Agricultura. Los hermanos Garcés tuvieron que abandonar Chile .
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Mientras que Joan Enric se quedó en Madrid para trabajar como abogado (en casos relacionados con la dictadura chilena), su hermano pequeño, Vicent, se dedicó a la política y ha ocupado cargos de responsabilidad en el PSPV.
Precisamente el pequeño de los Garcés estaba ayer, por casualidad (motivos profesionales), en Santiago de Chile, cuando se supo la noticia del fallecimiento del dictador. Una marea de gente salió a las calles de la ciudad a festejarlo, entre ellos, Vicent. El político valenciano reconoció que se había perdido la oportunidad de juzgarle, y culpó de ello a los acuerdos del Gobierno de José María Aznar, el Ejecutivo británico y Chile. Sin embargo, no ocultó su satisfacción por la muerte de un traidor y un criminal, y se mostró convencido de que la historia hará justicia aunque no haya condenas.
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