«Es como prohibir correr a quien no esté federado»

«Ni la Federación de Gimnasia, ni ninguna institución nos ha contactado ni han tenido interés en consultarnos a la hora de tomar alguna decisión sobre la disciplina», dice Héctor García, fundador de la escuela deportiva de parkour R-evolution School de Valencia.

La decisión de la Federación de Gimnasia de la Comunidad Valenciana (FGCV) de considerar la práctica del parkour como una especialidad deportiva de riesgo ha generado desconcierto entre quienes la practican. La reacción de la Dirección General de Deporte de la Comunidad Valenciana ha sido limitar la modalidad, sólo podrá realizarse en el seno de un club deportivo y en el ámbito federado.

«Parece que sólo buscan competición, pero el parkour rehuye de eso, es como si prohíben correr a quien no esté federado», dice abiertamente García. Su escuela sigue sin contar con el visto bueno de la Federación de Gimnasia. Sin embargo, no duda en asegurar que si la disciplina se instiucionaliza como deporte «en R-evolution School estaremos ahí para dar ejemplo de deportividad y lo digo alto y claro, pero habrá que diferenciar entre lo que es parkour clásico, entendido como una práctica libre y colaborativa, del deportivo que está sujeto a reglas», ha añadido.

La mayoría de los deportistas de esta práctica no la consideran peligrosa, como para ser clasificada como de riesgo. Para Héctor García lo será más en competición. «El objetivo principal del parkour es prepararse para cualquier situación de emergencia, es adaptación a los espacios. Por eso nosotros damos clases a personas con diversidad, incluso a gente mayor, no tiene nada de peligroso«, asegura.

El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, anunció esta semana la transformación de la torre Miramar en un espacio para hacer parkour y de rocódromo para la escalada. Pero se lanzó la idea antes de que la Federación de Gimnasia se pronunciara sobre la disciplina.

«Me parece complicado, está en medio de una rotonda gigante donde pasan miles de coches y un túnel debajo», dice el fundador de R-evolution School, aunque cree que el parkour es también asumir retos y «los traceurs encontramos nuestro espacio en cualquier mobiliario, sea un parque o no, como el caso del Gulliver si dejasen utilizarlo para esto».