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Lunes, 28 de mayo 2018, 00:37
A pesar de lo que la industria del cine trate de vender, y de que el imaginario americano nos lleva una gran ventaja en la cultura del terror, en la Comunitat Valenciana no andamos escasos de lugares bastante tenebrosos. Uno de ellos es el antiguo psiquiátrico abandonado de Cheste, un centro sanitario llamado 'La Humanitat' del que ahora solo quedan ruinas y ecos bastante difusos de su historia.
TAMARA VILLENADigno escenario de la secuela de 'Asylum' o de una nueva temporada de 'American Horror Story', es de esos lugares que ves en la gran o pequeña pantalla y que presupones -en nombre de la estabilidad mental- que no existen. O que, de existir, 'no dan tanto miedo'. Bien, pues eso no pasa aquí.
TAMARA VILLENAPartamos de la base de que apenas existen datos concretos sobre su historia: ni de su origen, ni de su final. Incluso podemos comenzar por que ni siquiera muchos de los vecinos de Cheste saben dónde está o cómo llegar.
TAMARA VILLENA«Sé que existe pero no sabría decirte dónde», «No tengo ni idea» o «Eso está muy abandonado, allí ya no va nadie» son algunas de las respuestas que se pueden recibir a la solicitud de indicaciones al llegar a la localidad. Lo más curioso es que los que mejor saben cómo ir son los más jóvenes.
TAMARA VILLENALos milennials han crecido influidos por el impacto de la industria audiovisual, se han empapado de películas y series de terror tan logradas y vívidas que prácticamente se han inmunizado al miedo. Y al parecer, a muchos ya no les basta con verlo en sus pantallas.
TAMARA VILLENAAhora lo que 'se lleva' es protagonizarlo y viralizarlo (o al menos intentarlo) con algún que otro vídeo en redes sociales. Atrás quedaron los espectadores que se asombraban con el 'Thriller' de Michael Jackson o con las películas orientales de niños fantasmagóricos; el terror a la valenciana está aquí, se puede vivir y es mucho mejor que cualquier producción audiovisual.
TAMARA VILLENALa tendencia a acudir a lugares misteriosos (y potencialmente peligrosos, más allá de los supuestos fantasmas que los habitan), está en alza. Cada vez son más los consumidores de este tipo de contenido y los 'valientes' que se apuntan a visitar lo que parece estar consolidándose como una 'ruta por el terror en Valencia'.
TAMARA VILLENAY, por supuesto, el antiguo 'psiquiátrico infantil' abandonado de Cheste es parada obligatoria. Pero antes de seguir con el recorrido visual por este deteriorado edificio, detengámonos en una aclaración importante: ni fue un psiquiátrico, ni residían niños.
TAMARA VILLENALos bulos y mentiras para alimentar la leyenda urbana del edificio se alían con la casi inexistencia de datos sobre su verdadera historia, para crear un escalofriante 'storyline' que habría hecho las delicias de Larry Cohen si hubiese nacido en la terreta.
TAMARA VILLENAEl psiquiátrico de Cheste es una de las grandes invenciones del misterio regional. Son muchos los lugares que han perdido la vida que les habitaba, pero pocos los que son capaces de albergar y mantener distorsiones narrativas tan exageradas y atrayentes.
TAMARA VILLENATanto que logra atraer algo más que adolescentes ávidos de emociones 'fuertes': los amantes de lo paranormal, fanáticos del misterio y otras especies de parapsicólogos en busca de señales que corroboren sus creencias.
TAMARA VILLENASus experiencias abundan en internet con crónicas en varios formatos: textos, fotos y vídeos atestiguan las vivencias de quienes se atreven a adentrarse aquí y retratan el lugar para quienes tienen menos agallas.
TAMARA VILLENAPero entre todas las visitas que recibe el centro, algunas nocturnas y otras a plena luz del día, llaman especialmente la atención de la policía los botellones y fiestas improvisadas en el psiquiátrico y sus inmediaciones. Diversión especialmente peligrosa por el crítico estado en el que se encuentra la infraestructura, prácticamente en ruinas.
TAMARA VILLENAY como en todos los lugares que se han dejado atrás, los graffitis han copado prácticamente cada uno de sus rincones, algo que no hace más que incrementar la sensación de abandono y el encanto 'terrorífico' del lugar.
TAMARA VILLENAPintadas pensadas para potenciar el miedo en las visitas, dibujos y frases como 'Todo acabó' o 'Sois los siguientes' se convierten en el mejor atrezzo posible para un entorno en ruinas diseñado por algo mucho mejor que el director de fotografía más brillante: el paso del tiempo.
TAMARA VILLENALos graffitis e inscripciones tétricas cubren prácticamente cada rincón de sus derruidas paredes. Buscan todo tipo de inspiraciones, como este que bebe del mítico fotograma de 'Un perro andaluz' de Buñuel.
TAMARA VILLENAEl sensacionalismo alimenta la supuesta maldición de los restos de 'La Humanitat', que jamás fue un psiquiátrico, sino un centro asistencial para pacientes con distintos grados de deficiencias físicas y psíquicas.
TAMARA VILLENAUn dato más que constatable al pasear por lo que queda del edificio: habitaciones de 30 metros cuadrados y grandes ventanales abiertos al exterior evidencian a cualquiera con sentido común que jamás podrían haber albergado a enfermos mentales potencialmente peligrosos.
TAMARA VILLENADe hecho, el centro podría pasar más bien por instituto, incluso con piscina para aprovechar las altas temperaturas. Fuera o dentro, porque el edificio contaba con dos de ellas para el mayor disfrute de los residentes.
TAMARA VILLENAA día de hoy, llenas de escombros y suciedad, cuesta un poco determinar cuál de ellas sería por entonces la más solicitada.
TAMARA VILLENALa residencia se creó a principios de los ochenta con la colaboración de la Asociación Pro Personas Con Diversidad Funcional (ASPRONA).
TAMARA VILLENASe concibió como un centro asistencial de día y residencial, en el que no se albergaron pacientes infantiles, como dice la leyenda: sus residentes tenían entre 18 y 55 años de edad y distintos grados de deficiencias físicas e intelectuales.
TAMARA VILLENATambién contaban con una serie de pisos tutelados para favorecer la inserción social de los pacientes con menor grado de dependencia. La residencia pasó a formar parte en 1986 del Consorcio Valenciano de Servicios Sociales (Convaser) y, con el tiempo, sus instalaciones dejaron de servir para el modelo asistencial que se pretendía cubrir.
TAMARA VILLENACon los años, se comenzó a construir una ampliación en los terrenos adyacentes al centro, justo detrás del mismo y cerca de la piscina exterior.
TAMARA VILLENAA día de hoy, todavía se pueden contemplar los pilares de la pionera estructura que dio tiempo a edificar, antes de su suspensión, cuando la Conselleria de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana decidió construir otro centro nuevo en Cheste, con una distribución basada en chalets de una planta, unidos por un patio común.
TAMARA VILLENAEsta nueva residencia se puso en marcha en el año 2002, fecha en la que se cerraron definitivamente las puertas del antiguo centro, que comenzó a ser objeto de leyenda urbana y objetivo de los adeptos a lo paranormal.
TAMARA VILLENALos rumores y el morbo atribuyen este cambio de planes a la 'leyenda del pasillo quemado', según la cual una enferma o interno (la versión varía según quién la cuente, requisito imprescindible del buen mito urbano) prendió fuego al pasillo del ala derecha, ocasionando un incendió en el que -por supuesto- murieron varias personas (según se dice, niños).
TAMARA VILLENAEl índice de mortalidad es un elemento decisivo en el éxito de un bulo de terror, además de un factor imprescindible para la narrativa: sin muertes no hay fantasmas a los que atribuir maldiciones catastróficas. El lugar, desde luego, da para mucho. En la imagen, uno de los antiguos aseos del centro, completamente en ruinas.
TAMARA VILLENAUna historia que carece de fundamento, ya que no hay información, documentos ni apariciones en medios que testifiquen este suceso, algo insólito teniendo en cuenta la época y magnitud del supuesto incidente. La fotografía muestra otra de las dependencias del famoso 'pasillo quemado', un baño donde se encontraban las pequeñas bañeras de los residentes, ahora destrozadas.
TAMARA VILLENASin embargo, sí que hay un pasillo y una habitación en las que parece que hubo un incendio, probablemente resultado de un acto vandálico tras el abandono del edificio. Es una de las zonas más inquietantes (y atractivas) de lo que queda de 'La Humanitat', con una profundidad que invita a adentrarse en lo que fue la zona de habitaciones. De ellas, todavía se encuentran las mirillas en las paredes del pasillo, para que los enfermeros y encargados pudieran vigilar a los residentes sin tener que entrar en los cuartos.
TAMARA VILLENAY sobre toda esta precuela de terror, se fue acrecentando el drama de la narración. El abandono de las obras adyacentes se atribuyen a una serie de supuestas muertes de algunos trabajadores de la construcción, causadas por sobresaltos tras apariciones e intervenciones de los fantasmas del lugar.
TAMARA VILLENAEl último ingrediente es el factor sufrimiento. La historia incluye malos tratos y algunas medidas correctivas extremas.
TAMARA VILLENAEs uno de los aspectos que más atrae a los 'sensitivos' o expertos en lo paranormal, que defienden la presencia de energía en lugares donde se han producido situaciones con altos niveles dedolor y agonía. Muchos acuden al centro para tratar de captar estas vibraciones y ponerse en contacto con 'almas atrapadas'.
TAMARA VILLENALa falta de documentación y las elucubraciones alimentan otra de las mentiras más interiorizadas sobre este centro: que fue inaugurado por el propio Franco en la década de los setenta. Un error documental basado en la confusión con el Centro de Orientación de Universidades Laborales Jesús Romero, también ubicado en Cheste, cuya apertura sí fue presidida por el dictador y apareció en uno de esos pedazos de historia audiovisual tan representativos de la España del siglo XX, el NO-DO.
TAMARA VILLENALa leyenda creció de tal manera que su fama se fue extendiendo más allá de la Comunitat, convirtiéndose en destino preferente para excursionistas en cuya equipación eran tan fundamentales las deportivas como los tableros de ouija.
TAMARA VILLENALas sesiones de espiritismo y grabaciones para intentar captar psicofonías inundaron internet, una tendencia a la que se han sumado los millennials. Entre directos, vídeos en YouTube y botellones, la leyenda del psiquiátrico abandonado de Cheste parece ir para rato.
TAMARA VILLENALa sensación de observación es tan constante como la pesadez del ambiente, y la temperatura desciende considerablemente en ciertos rincones que dan aún más respeto que el resto.
TAMARA VILLENADejando a un lado misticismos y sugestiones paranormales, visitar este centro es un interesante trabajo de campo para los más escépticos y todo un reto para los más 'sensitivos'. ¿La mejor frase para resumir la experiencia? «Corred, insensatos».
TAMARA VILLENAPublicidad
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