![La 'ratonera' de la A-3 se ampliará con un carril que soportará 22.000 vehículos diarios](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/07/19/1450135869-RngjPiKpIlgzcspYMzlMaRI-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
![La 'ratonera' de la A-3 se ampliará con un carril que soportará 22.000 vehículos diarios](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/07/19/1450135869-RngjPiKpIlgzcspYMzlMaRI-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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El proyecto ya está redactado. A expensas de la licitación y la adjudicación de las obras, el nuevo carril que solucionará la 'ratonera' de la conexión entre la A-3 y la A-7 en el by-pass en Valencia, donde se concentran gran ... cantidad de atascos y accidentes en temporada alta de vacaciones, será una realidad. El Ministerio de Transportes invertirá 2,7 millones de euros en estos trabajos, que no tienen fecha prevista para comenzar pero sí todos sus detalles definidos. Las obras afectarán a 2,3 kilómetros en el término municipal de Riba-roja y el plazo de ejecución será de un año.
El documento que ha realizado el ministerio, con más de mil páginas, muestra lo que será la clave de este proyecto, el nuevo carril que se creará en el margen derecho sentido Valencia, con una extensión de un kilómetro y medio. Para hacerlo posible, será necesario ampliar la plataforma actual de la autovía y ocupar el espacio que ahora es zona rural. Para ello el Gobierno deberá expropiar los terrenos y pagar unas indemnizaciones de 51.980 euros por una superficie de 4.477 metros cuadrados de suelo rural, a la altura de la rambla del Poyo.
La gran densidad de tráfico que tiene la vía obligarán a realizar estos trabajos en horario nocturno, de 22 horas a 6 de la mañana en los casos que provoquen cortes de carriles. Concretamente las obras irán del kilómetro 337 al 340, en el ramal de salida de la A-3 en su margen derecho. El proyecto define y valora la ampliación de la incorporación del carril usado por los vehículos que provienen desde Madrid hacia la vía de acceso a la A-7, ampliando a dos carriles la vía colectora. El nuevo carril está previsto que soporte una media de 22.000 vehículos diarios.
El comienzo de la ampliación de la autovía con el nuevo carril se plantea una vez pasado el viaducto existente de la A-3 sobre la rambla del Poyo de manera que no resultará necesaria la ampliación de la estructura. Además, el paso superior del enlace de Loriguilla se deberá hacer ajustándose al espacio disponible existente, que es aproximadamente de 8,20 metros. Esto obligará a reducir el espacio todo lo posible, ya que los dos carriles de incorporación a la A-7 tendrán un ancho de 3,5 metros, pero el arcén derecho pasará de los actuales 2,5 metros a tener sólo 50 centímetros. La separación entre los tres carriles sentido Valencia de la A-3 y los dos del by-pass será de 70 centímetros.
Así pues, se ganará un carril adosado al existente de salida hacia la A-7 por la parte exterior derecha, con los que en total habrá cinco, ya que se mantienen los tres de sentido a Valencia y para descongestionar la incorporación al by-pass se añade uno nuevo. El carril adicional comenzará a los 200 metros de iniciarse el kilómetro 337 de la A-3 sentido Valencia, a continuación del cruce con el puente sobre la rambla del Poyo. La ampliación se inicia con una cuña de transición de 160 metros de longitud para añadir ese quinto carril a la autovía.
Después de esa transición, el nuevo carril se extenderá durante 1.215 metros, hasta las inmediaciones del cruce bajo el paso superior del enlace de Loriguilla, donde se reduce el arcén, al haber una anchura libre de 8,5 metros por las sujeciones del puente. Una vez salvada esta estructura, se continúa con el arcén reducido hasta conectar con el eje actual en la zona que se desprende el carril de acceso a Loriguilla. En el tramo final, la ampliación a dos carriles se hará por el interior del carril actual, ocupando parte del espacio de la terciaria, hasta situarse sobre los dos carriles existentes de bifurcación en la incorporación a la A-7, un espacio con una longitud de 760 metros.
Según consta en el proyecto del ministerio, las mayores aglomeraciones y también la zona con más peligrosidad de este tramo, donde ha habido numerosos accidentes, se centran en el último kilómetro y medio antes de la bifurcación hacia la A-7, justo el espacio donde se van a acometer estas obras de ampliación con el carril adicional. Los atascos y retenciones se producen especialmente en periodos festivos y estivales, debido al incremento de desplazamientos de vehículos desde el interior de la península hacia las zonas de la costa valenciana, principalmente hacia la zona sur. Las retenciones suelen tener una longitud media de 2,6 kilómetros y la duración suele ser de 2 horas 20 minutos. Las mayores retenciones son los fines de semana, especialmente los viernes, aunque el documento establece que se detecta un incremento anual de los atascos en esta zona.
Según los datos del ministerio, el 80% de accidentes que ha habido en este tramo son de tipo de colisión con vehículo en marcha, siendo la causa mayoritaria la distracción de los conductores, que pasan de circular a 120 kilómetros por hora a toparse con un atasco de golpe, ya que el embudo de tener sólo un carril para incorporarse a la A-7 afecta a los otros tres carriles de la A-3 y aumenta la peligrosidad en la zona.
Al ampliar la anchura de la autovía será necesario ampliar también los pórticos que señalizan el desvío hacia Alicante y Barcelona, que deberán reflejar que pasan a ser dos carriles y no uno como hay ahora. Las obras se dividirán en tres fases. La primera será para realizar el 1,2 kilómetros de carril adicional de ampliación, con reducción de la anchura de la vía de salida. La conexión con la A-7 se deberá hacer durante un tiempo provisional por la salida 342, y realizar el cambio de sentido con tal de poder acceder al enlace 338, hacia la autovía A-7 y Loriguilla. El proyecto prevé un coste de 379.000 euros para la nueva señalización de la zona, con el balizamiento y las defensas laterales del carril incluidas.
La segunda fase se centrará en la transición entre el carril adicional y la vía colectora, con una longitud de 380 metros, donde se reducirá el arcén en ese paso bajo el puente. Y la última fase irá desde esa zona hasta la conexión con la actual incorporación a la A-7, de 787 metros de longitud. Se trabajará en la zona de actuación de la terciana, la cual se reduce para ampliar la plataforma de la vía de servicio, consiguiendo prolongar su sección transversal con dos carriles a lo largo de toda la actuación.
El ramal de de salida hacia Loriguilla apenas sufrirá cambios, ya que tiene un radio de giro muy ajustado que no puede ser reducido. Además se deberá considerar que la nueva vía colectora de dos carriles se bifurca en dos, Alicante y Barcelona, por lo que se estima que el tráfico pesado previsto puede distribuirse homogéneamente en cada uno de los carriles. Hay que recordar que en 2013 se amplió a tres carriles esa zona para la entrada a Valencia, pero se dejó uno solo para conectar con la A-7, que ha provocado grandes atascos y accidentes todos estos años.
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