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Aspecto de uno de los campos de la Albufera.

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Aspecto de uno de los campos de la Albufera. Iván Arlandis

Viaje por las cicatrices de la Albufera

LAS PROVINCIAS realiza una ruta con la Fundación Assut donde explican el impacto que tuvo la dana del pasado octubre en el parque natural, con motivo del Día Mundial de los Humedales

Gonzalo Bosch

Valencia

Domingo, 2 de febrero 2025, 00:28

Según un informe de 'Seo Bird Life', el 76% de humedales españoles presentan un estado de conservación desfavorable, especialmente los mediterráneos. Este domingo es el Día Munidal de los Humedales, una jornada conmemorativa que se celebra cada 2 de febrero y que busca poner en valor la importancia de estos entornos naturales. Para sumarse a esta jornada reivindicativa, este periódico vuelve a poner en el centro el mayor tesoro verde de Valencia, el Parque Natural de la Albufera.

Más si cabe, después de los efectos dañinos que la riada del pasado 29 de octubre provocó en un paraje que necesita del esfuerzo de todas las instituciones y agentes del ecosistema para recuperarse. De esta manera, LAS PROVINCIAS realiza un viaje por aquellas heridas más graves, de la mano de la Fundación Assut, para analizar las necesidades de uno de los humedales más importantes de España.

La Fundación Assut, dentro del plan de dinamización turística impulsada desde la Mancomunitat Intermunicipal de l'Horta Sud y la Diputación de Valencia, ofrece una ruta a centros escolares, mayores y grupos donde se realiza una visita a la Albufera diferente. Tras el desastre de la dana del 29 de octubre, los visitantes visualizan la gravedad de las cicatrices que padece el parque natural. «Hemos adaptado una serie de rutas que ya ofrecíamos para aportar este punto de vista. Nos centramos en el sector más cercano a los pueblos de la zona sur, donde evidentemente se ha sufrido más», explica Yalda Chamani, coordinadora de educación ambiental y divulgación de la Fundación Assut. Junto a ella, también acompaña a este periódico Vicent Llorens, también de la fundación.

Este viaje comienza a escasos metros de la V-31, la carretera que separa el parque natural de los pueblos del sur afectados por la riada. Concretamente en la cooperativa de Massanassa. «Traemos a la gente aquí para que vea la afección que han sufrido las comunidades arroceras tras la inundación. La de esta cooperativa es sólo de una pequeña parte», explica Chamani. Con la venida del agua este enclave vio arrastrados más de 1,5 millones de kilogramos de arroz. Otro millón se ha podrido tras el paso de la barrancada. «Actualmente los montones podridos se queman para evitar que los hongos del cereal crezcan. Hay partes que se pueden usar para abonar de nuevo el campo, pero otras muchas se han tirado directamente», explica Vicent Mocholí, arrocero de la zona que forma parte de la cooperativa.

Desde la Fundación Assut recuerdan que la Albufera es un paisaje cultural, es decir, un entorno natural muy relacionado con las actividades humanas que se realizan en él. En este sentido, la Albufera a día de hoy no podría mantenerse sin la actividad arrocera y los flujos de agua que ella conlleva. Por ello, la siguiente parada en el recorrido no es otra que observar el estado de las acequias tras los efectos de la riada. «Otro de los problemas es que han depositado muchos residuos en las acequias, así como fango. Esto ha impedido el flujo de agua para que se puedan drenar las zonas inundadas por el temporal, y tampoco regar zonas de cultivo o zonas que deberían haber empezado la inundación dentro del proceso habitual de la campaña del arroz», explica Yalda Chamani.

A partir de este momento, Assut conduce a los visitantes caminando hasta la mota del barranco del Poyo, una pista que se recorre a pie para ver por donde entró la mayoría de residuos al parque natural. «Ahora está mucho más limpia que hace semanas porque las tareas se han centrado en esta zona. Lo habitual hasta ahora era ver coches», afirma Chamani. Además, la educadora asegura que otro gran problema en el paraje ha sido la entrada de miles de pélets, un tipo de material de plástico de menos de 5 milímetros que se utiliza para la fabricación de otros materiales.

Tras recorrer la Rambla del Poyo, la última parada es la más desoladora. Fundación Assut pone al alcance de los visitantes la visual de marjales de arroz devastadas por la basura y el lodo, ya seco tras tres meses. El punto más preocupante. En estos campos realiza la Fundación sus campañas de voluntariado para limpiar el parque natural. «Hasta ahora todos los análisis de agua y lodo han salido bien, pero se siguen realizando porque si no se retiran los residuos puede acabar afectando», explica Llorens

En este sentido, el arrocero Vicent Mocholí no esconde su preocupación sobre la campaña del arroz de este 2025. «Tal y como están los campos de la zona de Massanasa, aquí no se puede sembrar. Ya vamos tarde para llegar a marzo. Sería la primera vez en la historia que Massanassa no hace arroz». A este respecto, la asociación de agricultores Ava-Asaja estima que en la zona arrocera de la Albufera, el arrastre de todo tipo de materiales, vehículos y o medicamentos, afecta a 3.880 hectáreas de arroz, de tal manera que si no se retiran los residuos y el barro, estaría en riesgo la próxima cosecha.

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