HÉCTOR ESTEBAN
Domingo, 18 de mayo 2014, 01:20
La Fundación del Valencia aprobó ayer vender el 70,4% de las acciones del club -1.482.246 participaciones- a la empresa Meriton Holdings Limited, propiedad del singapurense Peter Lim, que se había convertido en el favorito en los últimos días. En una reunión de poco más de tres horas se tomó un acuerdo que se cerró con la mayor sorpresa de la jornada: la unanimidad de los 22 patronos (se necesitaban un mínimo de 15) que votaron a mano alzada.
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El presidente del Valencia, Amadeo Salvo, ha ganado la partida contra Bankia y la Generalitat, que favoreció el consenso al no dar ni una sola directriz a los patronos institucionales, que llegaron con total libertad de voto al Valencia Palace, donde se celebró la reunión. Pocos minutos después de la una, hubo fumata blanquinegra.
Lim es el nuevo propietario del club a la espera de ser ratificada la decisión por el Protectorado de Fundaciones y de resolver sus problemas con el banco, con el que tiene que solventar la forma de pago del crédito de la Fundación y de los casi 220 millones que mantiene con el club. La primera parte ya cuenta con el salvoconducto del Consell, que el viernes en boca de su vicepresidente, José Císcar, apuntó que el Gobierno valenciano respaldaría la decisión del Patronato. La unanimidad blinda la decisión.
Las cartas de Bankia y PwC
La otra cuestión es Bankia. El banco, que creyó que podría dominar la venta del Valencia con una propuesta 'ad hoc' para sus intereses como era Cerberus, remitió una carta urgente al presidente de la Fundación, Aurelio Martínez, que algunos patronos tenían en su poder. Bankia recordó en ela misiva que el nuevo propietario tenía que negociar con el banco el pago de los créditos y que la oferta que se perfilaba como ganadora no era la más apreciada. De hecho, era la última de su lista.
El presidente de la Fundación tiró patada a seguir y le recordó a los patronos que ellos tenía que votar la venta en función de un informe de PwC, la consultora que cobrará 700.000 euros de la institución y del club por los servicios prestados. Para Martínez, el banco y Peter Lim están condenados a entenderse, ya que muchas de las libretas de ahorro de la entidad están en la Comunitat.
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Junto a la carta de Bankia, había otra, aunque esta no estaba en poder de los patronos, según las fuentes consultadas, en la que PwC pedía que no se utilizara su informe por lo menos hasta que hubiera un principio de acuerdo con el banco. El documento se mostró y se fue más allá: los patronos firmaron el voto en función del informe de PwC, la asesora contratada. Este dato fue fundamental para lograr esa unanimidad, ya que los 22 miembros del Patronato se consideraron liberados de cualquier responsabilidad. Entienden que actuaron en función de la información de una empresa de prestigio internacional, que valoró la propuesta deportiva y mejor para la Fundación.
El representante de los veteranos, Fernando Giner, fue el que levantó la mano para pedir que la votación fuera pública. En el ambiente el aroma de acuerdo era evidente y nadie quiso quedarse descolgado de cara a la masa social. Minutos antes de la reunión, Giner y el director general de Deportes, Mateó Castellá, hablaron en favor del acuerdo. El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, ha sido fundamental para el consenso, como así reconoció Aurelio Martínez en la posterior rueda de prensa. Moragues respira doble: la Generalitat se libera del aval y el remanso vuelve a la campaña electoral.
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En el hall del Valencia Palace la sensación durante la mañana era de victoria de Lim, mientras la propuesta rusa de Zolotaya Zvezda quiso hacer saltar la banca anunciado el aumento de su oferta firmada el viernes en la notaría de Ana Julia Roselló. Pasada la una de la tarde, uno de los patronos salió de la reunión y sentenció: «La voz del pueblo es la voz de Dios». Lim era el incontestable ganador con una propuesta que ronda los 300 millones de euros.
La oferta, la favorita para la Fundación, ha sido elegida porque es la que más dinero aporta, se queda con las acciones y liquida el aval de la Generalitat. Cien millones de euros, de los que 25 se pagan en líquido y el resto a refinanciar con Bankia u otro banco. Además, para la Fundación aportará un millón de euros durante seis años de su patrimonio personal.
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Otra de las bazas de Lim es una aportación de 35 millones de liquidez inmediata para el club y un préstamo de 200 millones de euros sin intereses para hacer frente a la deuda. Este es uno de los asuntos más espinosos que tendrá que solventar con Bankia. El viejo estadio, si no lo logra vender en los próximos meses, se compromete a comprarlo. Esta tasado en 150 millones de euros, que irían a parar al Valencia para terminar el nuevo Mestalla. Una propuesta económica potente que se tiene que cristalizar en los dos próximos meses, que es el plazo previsto para cerrar el trato.
Ayer, 17 de mayo, el equipo de Mestalla inició una nueva era. La Fundación, representada por un abanico de sensibilidades de la sociedad valenciana, aprobó por unanimidad la venta del 70,4% de las acciones. Ahora, la pelota está en el tejado de Bankia, que tiene la prueba de fuego el 27 de mayo, cuando vence la deuda del club.
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