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En Heysel. Lahuerta padre, Kempes, Agustín Casaní y Rafa Lahuerta antes de la final de la Recopa. :: LP
Una balada maravillosa, un retrato magistral
EL TÚNEL DEL TIEMPO

Una balada maravillosa, un retrato magistral

Rafa Lahuerta es un apóstol de la militancia valencianista

PACO LLORET

Sábado, 15 de noviembre 2014, 00:06

Si 'La balada del Bar Torino' versara sobre otro club de fútbol y se hubiera editado en cualquier otra ciudad, a buen seguro que ya habría recibido un sinfín de elogios, se habría elevado a la categoría de libro imprescindible y su autor habría sido distinguido con el reconocimiento unánime de público y crítica. No es el caso, por desgracia. Esta maravillosa obra literaria, merecedora de todo eso y, probablemente, de mucho más, vio la luz hace pocas semanas en Valencia y aunque su presentación no ha pasado desapercibida pese a tratarse de un acto íntimo, casi clandestino, tampoco ha gozado del eco y la difusión al que se hace merecedora. Su autor, Rafa Lahuerta, no busca notoriedad, más bien todo lo contrario, huye de ella y prefiere seguir con su existencia rutinaria, libre de compromisos y de obligaciones. Sin embargo, nos ha legado un libro que, con el paso del tiempo, será valorado en su justa dimensión.

Por la calidad de su prosa y por el vertiginoso desarrollo del relato, estamos ante un sorprendente hallazgo que atrapará a cualquier lector desde la primera página. Tras su excelente ritmo narrativo y una habilidad notable para unir los avatares de vidas cruzadas, con la ciudad de Valencia como escenario permanente y mutante a la vez, y con Mestalla como epicentro de pasiones, se reconoce el innegable talento del autor, además de una impagable capacidad descriptiva. El valencianismo cuenta con una bibliografía propia que ha crecido en los últimos tiempos de forma considerable, síntoma inequívoco de vitalidad, pero este libro se desmarca del arquetipo clásico, que con diferentes variaciones ha abordado un mismo tema. Además de ese rasgo de originalidad, no se trata de un libro de fútbol en su concepción clásica, ni tampoco un texto exclusivo de las vicisitudes protagonizadas por el Valencia CF, el mérito de 'La balada del Bar Torino' reside en relacionar aspectos tangenciales hasta crear un atmósfera propia arrebatadora con la que se identificarán aquellos que se adentren en su lectura. Esas vidas que aparecen diseccionadas son las nuestras también, resultará imposible no verse reflejado en ellas.

Rafa Lahuerta es un declarado apóstol de la militancia valencianista, leal siempre con la entidad, como tantos otros miles de incondicionales, unidos por un nexo común de adhesión, sin alardes ni ostentaciones, enraizado por un sentimiento que va más allá del oportunismo de un resultado y que está muy por encima de fichajes rutilantes o de discursos megalómanos. Su valencianismo se manifiesta con una fidelidad a prueba de bomba, en los buenos y, sobre todo en los malos momentos. Una de las dedicatorias del libro lo desvela: «a los 5000 irreductibles que estuvieron en el Nou Camp el 12 de abril de 1986». En aquella lejana jornada sepultada por el inevitable paso del tiempo se vivió un emotivo peregrinar de incondicionales valencianistas que quisieron acompañar a su equipo en un choque dramático y que no perdieron la esperanza por evitar la tragedia de un descenso, consumado al día siguiente. La ilusión suya no es efímera, se mantiene contra viento y marea al lado del Club, con independencia de la marcha deportiva, y no tiene nada que ver con la conquista de éxitos ni tampoco con la realidad cotidiana que se refleja de forma distorsionada para satisfacer intereses particulares; su ilusión, esa palabra tan gastada y manipulable para atraer espectadores al circo, entra en la dimensión del compromiso eterno con el Valencia CF, privilegio que le pertenece por derecho y sabiendo, al mismo tiempo, que no es algo propio ni exclusivo.

En un mundo como el que envuelve el fútbol, tan propenso a la exageración sistemática, donde el sosiego y la amplitud de miras ceden su posición ante la crítica exacerbada o el elogio desmedido, un libro como 'La balada del Bar Torino' aporta una reflexión profunda y auténtica, original y enriquecedora que nos aclara por qué el fútbol y un equipo de fútbol puede condicionar tanto nuestros estados de ánimo. A través de sus capítulos se desgrana el secreto y tiene la virtud añadida que cautivará a quienes jamás entenderán el fuera de juego y no tienen intención de pisar un estadio. Puede parecer contradictorio, pero la obra está indicada para devotos y para ateos de la religión futbolística, credo valencianista. No se lo pierdan.

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