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Prandelli, durante el entrenamiento de ayer, su último en Paterna. :: d. torres
Prandelli abandona el Valencia

Prandelli abandona el Valencia

El italiano dimite por sorpresa ante su rechazo a la política de fichajes de Peter Lim

T. CALERO/H. ESTEBAN

Sábado, 31 de diciembre 2016, 00:35

valencia. Cesare Prandelli arrancó el día sobre el césped de Paterna. Abrigado hasta los topes, casi jugando a ser invisible, seguía las evoluciones de sus futbolistas en un entrenamiento que sería su último como técnico del Valencia. En ese momento, sólo él sabía que iba a dimitir de su cargo. Nada más finalizar la sesión y mientras los futbolistas se marchaban de visita navideña a los hospitales, los empleados del club fueron conociendo la impactante noticia. Prandelli huía. «¿Se va?». «Se va». Sí. Esa pregunta sólo guardaba una respuesta que el italiano llevaba barruntando varios días porque las tensiones con la propiedad y Jesús García Pitarch por la política de fichajes dividió a las partes como contendientes. Ya no había un club. Eran mil pedazos dentro de una entidad quebrada, al borde del descenso, sin entrenador y con un director deportivo que también presentó ayer su dimisión, aunque no fuera aceptada por Meriton.

Prandelli firmó con el Valencia hasta junio de 2018, pero sólo ha durado noventa días. En ese tiempo, diez partidos con un bagaje pobre (tres victorias, tres empates y cuatro derrotas) y la sensación de que, pese a ser un reputado entrenador, no ha sabido meterle mano a la plantilla. Los números, de descenso, y los nervios propiciados por las continuas decepciones fueron abriendo heridas. Así llegó el famoso 'fuori', donde un Prandelli visiblemente agotado cargaba duramente contra la plantilla. «El que no sienta la camiseta, fuera». El italiano, listo, no se inmoló en esa comparecencia pese a dar un toque a Meriton, asegurando que muchos problemas eran heredados. El valencianismo aplaudió el ataque de carácter de Prandelli -también Layhoon Chan apretó a los jugadores- aunque el mensaje tampoco sirvió para encontrar la reacción futbolística.

Después de perder contra la Real Sociedad, en un partido indigno del Valencia, Prandelli, García Pitarch y Layhoon se marcharon a Singapur para reunirse con Peter Lim. Allí expusieron al jefe la caótica situación del equipo y los técnicos arrancaron un compromiso: Lim entendía la dramática postura de la plantilla y aceptaba rascarse el bolsillo para reforzar al equipo en el mercado de invierno. El 15 de diciembre, todavía sin saberlo, García Pitarch iba a desatar los truenos. «No hemos hecho listas de salidas. No hemos puesto a ningún jugador como transferible», sentenció el director deportivo.

Esa estrategia de cara al resto de equipos la derrumbó Prandelli tan sólo cinco días después. El italiano se sentía con fuerza y respaldo para contradecir públicamente a García Pitarch: «Todos los jugadores del Valencia son transferibles, incluso Parejo». En esa comparecencia aseguró Prandelli que necesitaba cuatro futbolistas para mejorar la plantilla y no tuvo en cuenta que, pese al compromiso de Lim, García Pitarch y Layhoon habían mantenido que las estrecheces del fair play financiero no permitían muchas alegrías.

Los dardos del entrenador al director deportivo siguieron volando. Si la secretaria técnica cercaba a Nemanja Maksimovic (21 años, serbio del Astana), Prandelli frenaba en seco el fichaje explicando que era muy joven para esta tesitura. De hecho, después de conocerse ayer la dimisión del italiano, fuentes del club explicaron que Prandelli había pedido cinco futbolistas mayores de 26 años para este mercado invernal.

Al técnico intentaron explicarle que si el Valencia se lanzaba con todo a por Simone Zaza -el delantero de consenso entre los técnicos- la situación económica del club impedía realizar otros fichajes. Y ahí entendió Prandelli que Meriton (Lim, en concreto) faltaba a la palabra dada durante el viaje a Singapur. Zaza, por cierto, tiene ahora muy pocas opciones de fichar por el Valencia puesto que el ariete había destacado la presencia de Prandelli en el banquillo como uno de sus argumentos favoritos para venir.

Todas esas tensiones en diversas negociaciones desembocaron en el fulgurante adiós de Prandelli, que cuando salió del Galatasaray ya dijo que el club turco había incumplido sus promesas. Una de las noticias más relevantes que dejó la interminable jornada de ayer fue que el italiano y su cuerpo técnico tienen pensamientos diferentes. Esto es, mientras el entrenador se marchaba, sus cinco ayudantes siguen en el club. A media tarde apareció la fotografía de Voro en la web del Valencia, pero se mantuvo la de Gabriele Pin, Renzo Ciulli, Marco Fumagalli, Walter Vio y Nicolò Prandelli, hijo del entrenador. Los asistentes tienen contrato firmado hasta 2018 y de momento no han presentado su dimisión, quizás forzando un despido que les permita cobrar el jugoso finiquito.

Ambas partes (club y Prandelli) tienen previsto dar explicaciones hoy. Anil Murthy, director de comunicación y García Pitarch lo harán en Paterna; el técnico en un hotel de la capital. Prandelli deberá explicar -si quiere- porque había propuesto la sustitución de Voro como delegado. Según el italiano, Voro era demasiado blando con la plantilla y había pedido un nuevo 'team manager'. Voro no sólo no se marcha sino que es el nuevo entrenador. Así lo comunicó el Valencia. Luego envió otro mensaje para cargar contra Prandelli. «El entrenador manifiesta no sentirse capacitado para mejorar al equipo», resume la dureza de las críticas al italiano.

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