El adiós de Zaragosí

La concentración y la precisión de un cirujano que soluciona los males de las entrañas no tiene a veces cabida en el fútbol, y menos si se aplica a un club tan atípico como el Valencia de Meriton. Por eso José Luis Zaragosí lleva desde la misma noche del lunes dándole vueltas al mismo asunto: la dimisión. Él, uno de los más prestigiosos médicos de digestivo de la ciudad, optó desde el momento que vio que Lim no iba a fichar a nadie por analizar lo más fríamente su situación dentro del actual consejo de administración.

Fue a él a quien se le pidió que diera la cara el pasado 18 de septiembre en un discurso oficial. Con Murthy refugiado en la trinchera del silencio, el único consejero valenciano que hay junto con Juan Sol –alejado de la actividad por culpa de un problema de salud–, salió a dar la versión de Meriton de que «absolutamente» iba a haber fichajes. La realidad le ha dejado en fuera de juego. Por eso su carta de dimisión está redactada pero le falta completar el abanico de opiniones para presentársela al presidente o para romperla en mil pedazos. Dicen algunos que le conocen bien que pese al daño sufrido, va a darle una oportunidad más a Meriton. Ayer, Zaragosí siguió atendiendo sus quehaceres profesionales. En su consulta privada, es inevitable que salga a relucir con sus pacientes una charla sobre el fútbol y sobre el Valencia en particular. Cuando en repetidas ocasiones le han advertido que el club de Mestalla es capaz de atropellar y dejar tocado a cualquier directivo que se crea a salvo, él siempre suele responder lo mismo: «Es mejor tratar de cambiar las cosas desde dentro». Pero con Meriton lo cierto es que eso es más bien difícil por no decir imposible. Murthy se sirvió de él para aportar una cara valenciana de prestigio en las recientes reuniones con Ximo Puig y Joan Ribó.

Nombrado consejero hace justo un año, vino a ocupar de alguna forma la vacante que había dejado Auxiliadora Borja. En un consejo de administración plagado de gente desconocida de Singapur y a la que sólo se le ve en las asambleas de diciembre, el aficionado agradece poder compartir confidencias con consejeros de la tierra. El problema es que a Zaragosí se le pasa factura por ser junto con Salvador Belda los dos miembros de la Fundación que firmaron la compraventa de las acciones a Meriton el 24 de octubre de 2014. Aurelio Martínez, presidente de la Fundación, prefirió dimitir para evitar ser él quien tuviera que poner la rúbrica, pese a que lo apoyaba.