Valencia y Manchester se hermanan frente a los magnates del fútbol

El fútbol moderno, ese término que rodea al deporte rey desde hace tiempo y sobre el que se pueden analizar diferentes aspectos, ha tenido este martes en Valencia un gran enemigo que no congenia con él. FC United of Manchester y CD Cuenca-Mestallistes se han enfrentado en el Fenix Trophy en un partido histórico disputado en las Instalaciones Municipales de Serranos. El encuentro ha terminado 2-5 en favor de los británicos. Pero el resultado no es más que un mero dato sin importancia. Lo que de verdad da relevancia a esta historia es ver como los aficionados del Manchester United han conseguido crear un club, fundado en el año 2005, tras rebelarse contra la compra de su equipo por parte de la familia norteamericana de los Glazer, que ya traspasa fronteras. Todo ello unido a la gran voluntad del CD Cuenca en esta iniciativa de lucha por el fútbol popular.

En el campo se ha podido observar una pancarta reivindicativa que señala 'Nosotros somos los dueños', acompañada en el lado derecho por otra de Peter Lim colocado en posición inversa, y en la parte izquierda un cartel relacionado con los Glazer. Los dos motivos del descontento de la afición 'red devil' y la valencianista, con un lema que representa el sentir de ambas con su situación institucional. El Valencia ha estado presente en la cita. Carteles de 'Lim go home' han estado por todo el recinto para dar colorido a la causa.

Más de 200 aficionados del joven club británico han venido hasta Valencia para acudir a la cita y apoyar a sus jugadores en el partido. No han parado de cantar durante el mismo, celebrando una gran fiesta para el fútbol. Esto es un número de seguidores que muy pocos equipos pueden obtener en los desplazamientos para jugar lejos de su estadio. Ellos fueron los principales movilizadores en Inglaterra de que los clubes de la Premier League abandonaran la idea de formar parte de la Superliga. Defensores de que el fútbol es de los aficionados con hechos y no con palabras.

El equipo inglés ha vestido con una indumentaria roja, igual que el color principal del Manchester United. Muchos aficionados y asistentes al encuentro han charlado entre ellos dando una imagen fantástica de lo que debería ser el fútbol. Gente de todas las edades, sin altercados ni nada similar, disfrutando el momento y compartiendo una fiesta pese a la dificultad de no hablar el mismo idioma. Pero cuando hay buena voluntad y una causa de por medio, ese problema se reduce y se llega al entendimiento con mucha más facilidad.

El CD Cuenca dio entrega de unos obsequios al FC United, tales como bufandas y otros objetos de la misma corte. Según José Ricardo, miembro del club local, «es un acto que realiza siempre el club que juega en su estadio como muestra de agradecimiento al rival por el esfuerzo de trasladarse de un país a otro». El club valenciano ya viajó a Manchester en otra edición del Fenix Trophy, donde se siguió el mismo protocolo.

El partido transcurrió con un gran ambiente de fútbol, sin incidentes, y con dos equipos sintiendo esa gran pasión por el balompié que llevan dentro. De hecho uno de los lemas que se pudieron observar en forma de pancarta dentro del campo fue 'Pasión del fútbol popular'. Una frase que resume lo que esta iniciativa busca defender ante los peligros de comercialización que se ven hoy en día en el deporte. Y que se ve reflejado tanto en el Manchester United como en el Valencia, dos grandes del fútbol que grandes magnates y empresas transatlánticas han empequeñecido en lo deportivo con creces.

Y no sólo en lo deportivo, lo social también se ve afectado con el transcurso del tiempo. Ambas aficiones sienten que sus equipos están perdiendo la identidad y su alma, que es lo que de verdad les ha hecho grandes a lo largo de su exitosa historia, con motivo de ese desapego que se va formando por no sentirse identificado con la manera de actuar de quienes tienen las riendas del club. El negocio sin ver más allá de que están jugando con los sentimientos de muchas personas que aman a su equipo.

Al concluir el encuentro, ambos conjuntos se hermanaron en el centro del campo como muestra de afecto. Y no sólo eso, sino que también han disfrutado de una cena todos juntos por la ciudad de Valencia. El fútbol y sus grandes poderes de hermanamiento no es algo que se descubra hoy. Pero lo que sí se aprecia con estos actos es que pese a que en épocas más antiguas esto era más habitual, en la actualidad sigue quedando gente que lucha y vive por tener un fútbol lo más sano, cercano y próximo a los valores que deben representar al deporte.

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