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Martes, 24 de septiembre 2019, 00:48
Mientras Anil Murthy empieza a coger cada vez más terreno de acción en lo que a la parcela deportiva se refiere (ayer mismo en Paterna pulsó el sentir de jugadores y técnico tras el último empate cosechado y dejó clara la continuidad de Camarasa en su puesto como delegado), Mateo Alemany se ha instalado en una zona de incertidumbre total a la espera de que Peter Lim decida el momento y sobre todo la fórmula (económica) para acabar contractualmente con esta agonía que el ejecutivo vive prácticamente desde finales de julio. De momento, Alemany todavía es director general del Valencia y su intención no es otra que desplazarse hasta Singapur para entrevistarse con el máximo accionista de la entidad para formalizar su despedida. En el hipotético caso de que aceptase Lim este encuentro cara a cara, sería la primera vez que uno de los despedidos de Meriton toma el avión para ver y conocer de boca del dueño los motivos que han empujado para que se llegue a este incómodo final. Siempre se ha hecho el camino pero a la inversa. Es decir, Lim cita a los candidatos a Singapur y luego, tras la luz verde, toman el avión con destino a Valencia. Por eso parece poco probable que se pueda dar en este caso una excepción. A Pablo Longoria, el último afectado, lo resolvió Murthy.
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