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Un golpe de efecto. Eso es lo que busca hoy el Valencia en su visita al Alfredo Di Stéfano de Madrid (16:15 horas, Movistar La Liga). En una temporada de tan baja intensidad, los cuatro puntos en los últimos dos partidos suponen un pequeño rayo de luz dentro de la zozobra de oscuridad en la que está navegando el equipo de Javi Gracia desde que comenzó el curso. Un golpe encima de la mesa, una victoria de prestigio frente al Real Madrid, sería mucho más que tres puntos. El empate entre el Eibar y el Valladolid –mientras que no salgan las cuentas siguen siendo rivales directos de los de Mestalla– pone a los valencianistas hoy la oportunidad de distanciarse en seis puntos de la zona de descenso. Un pequeño colchón para encontrar la tranquilidad.
El Real Madrid, más allá de querer quitarse la espina del 4-1 de la primera vuelta (su única derrota fuera de casa del curso) apura sus opciones de seguir soñando con el título, con el Atlético ocho puntos por encima con un partido menos. Zidane ya avisó ayer que van a exprimirse al máximo para intentar luchar por las opciones de revalidar su condición de campeón y esas pasan, de forma obligada, por ganar hoy al Valencia y cerrar la sangría de su destierro a Valdebebas donde se han dejado esta temporada nueve puntos (tres de ellos contra el Levante). Los madridistas vaciarán algo su enfermería con el regreso de Lucas y Carvajal.
En el Valencia la gran novedad será la presencia de Zigor Aranalde en el banquillo, para ocupar el lugar del sancionado Javi Gracia. El técnico de Ibarra es la mano derecha del navarro y ya le acompañó en su aventura en el Watford, aprovechando el buen nivel de inglés del guipuzcoano que en su etapa como futbolista militó en el Walsall, el Sheffield Wednesday y el Carlisle United. El que fuera defensa en el terreno de juego tendrá que asegurar el banquillo valencianista en los dos próximos partidos. La gran noticia en la última sesión de entrenamiento en Paterna, antes de viajar ayer a Madrid, la dio Carlos Soler que superó sus molestias musculares y que volverá a formar hoy pareja en el centro del campo junto a Racic. El canterano es el que guarda un mejor recuerdo de la locura de partido de la primera vuelta, donde marcó un triplete desde el punto de penalti. Aunque el Valencia llega a la cita a 22 puntos no hay que olvidar que lo hoy se vivirá en Valdebebas es un clásico de la Liga. Los dos equipos se han enfrentado en 171 partidos ligueros hasta la fecha, con un balance de 88 victorias para los blancos, 46 para los valencianos y 37 empates. Más allá de estar muy lejos de los objetivos, Europa sigue siendo una quimera, un triunfo permitiría mirar hacia arriba.
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