Urgente Óscar Puente anuncia un AVE regional que unirá toda la Comunitat en 2027
Peter Lim, en su palco privado de Mestalla durante un partido del Valencia. juan j. monzó

Las amenazas que sobrevuelan al Valencia

La causa de disolución es un riesgo si se complican las cuentas, el club debe vender jugadores por 36 millones antes del 30 de junio y Lim sigue con la intención de exigir los 54,5 de sus préstamos

Viernes, 12 de febrero 2021, 23:29

El partido más importante del Valencia esta temporada no se está disputando sobre ningún césped. Eso incluye al de mañana en el Alfredo Di Stéfano frente al Real Madrid. Con 24 puntos, el conjunto de Javi Gracia aún no está salvado de la quema pero la lógica dice que a poco que remonte el vuelo puede quedarse en tierra de nadie en el tramo final de la temporada. Ahí emergerá con toda su crudeza la 'final de Champions' para el proyecto de Meriton, la que recuerda la auditoría de los números y su dramática situación financiera.

Publicidad

Las cuentas aprobadas en la última Junta ya eran de por sí dramáticas, con 26 millones estimados en pérdidas para el ejercicio 2021-2022, pero la realidad va a ser peor. En los números, el club reflejó una pequeña trampa al solitario puesto que contabilizó 8 millones de ingresos por abonados y taquilla. En plena pandemia. Unos números irreales, además, puesto que el propio club ya tenía previsto el escenario de que temporada al completo se iba a disputar a puerta cerrada por la pandemia, tal y como informó este periódico. Es decir, con Mestalla cerrado las pérdidas serán de 34 millones si no aparece una partida de ingresos nueva. Si se cumple esa realidad planeará sobre el club la causa de disolución.

La Ley de Sociedades de capital es como el algodón, no engaña. En el artículo 361.1.e es cristalina con respecto a las empresas que están en riesgo de la quiebra técnica. Una situación en la que se entra cuando el patrimonio de una empresa es inferior a la mitad de su capital social. El Valencia, tras la última reducción de su músculo financiero en 2018 para dotar reservas, tiene un capital social de 21,5 millones y un patrimonio neto de 41,5. Si se restan a esos fondos propios las pérdidas estimadas de 34 millones, los 7,5 millones resultantes ponen en peligro al Valencia porque la mitad del capital social es de 10 millones y en esa realidad, por tanto, estaría incumpliendo ese límite legal que marca la causa de disolución.

Esa, aunque la principal, no es la única amenaza que sobrevuela al Valencia. Alguna es de 'fuego amigo'. Si Peter Lim, máximo accionista y a la vez uno de los máximos acreedores del club, exige como está firmado la devolución íntegra de sus préstamos en septiembre de 2021, la factura de la fiesta son 54,5 millones, una de 38 y otra de 16,5. En el primer préstamo la garantía son los derechos de cuatro futbolistas de la primera plantilla y el 20% de los de televisión. El segundo está avalado por los derechos de otros cuatro jugadores y llegó cuando el club tuvo que acudir a financiación externa para pagar el pasado verano la ficha a sus jugadores. Lo de meter la basura debajo de la alfombra.

La venta extra de jugadores es la única salida en un fútbol pandémico. No hay más. El informe de las últimas cuentas ya dejaba claro que «el club espera compensar pérdidas y equilibrar su cuenta de resultados con la obtención de beneficios por venta de jugadores antes del 30 de junio de 2021». La cuenta real son 34 millones y debe ser de beneficio neto, restando las amortizaciones pendientes de cada uno. Esto saca de la ecuación a Maxi Gómez (por el que todavía faltan por abonar 18 millones) o Cillessen, con unos 20 millones pendientes y además devaluado deportivamente esta temporada tras su grave lesión.

Publicidad

Los fríos números de las ventas apuntan a Gayà y Carlos Soler. Los únicos jugadores con un precio alto en el mercado sin coste de amortización. En el Valencia, el deportivo, se sigue cerrando la puerta a esas ventas y aluden a que con el de Pedreguer está en marcha la negociación para ampliar su contrato. Pero el botón lo aprieta Peter Lim desde Singapur, donde por cierto ahora está el presidente Anil Murthy. Allí también debe consensuar la estrategía para prorrogar la ATE. Otro frente abierto para Meriton.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad