André Almeida, el fichaje exprés de Mendes

André Almeida ya está aquí listo para ponerse de inmediato a las órdenes de Gattuso. El joven portugués será el centrocampista que refuerce la medular del Valencia y llega marcado por la intervención de Jorge Mendes en una operación que si por algo ha destacado ha sido por un lado por la rapidez con la que se ha llevado a cabo y, por otro, por el hecho de que haya sido precisamente la única de las operaciones realizadas este verano que ha necesitado del pago de un traspaso.

«Estoy muy contento de estar aquí. Espero ganar muchas cosas aquí. Ha sido todo muy rápido. Supe del interés del Valencia hace una semana», destacó el jugador a primera hora de la tarde de este jueves a su llegada al aeropuerto de Manises. También explicó que durante el día de hoy hablará con Gattuso. Almeida es el quinto refuerzo del Valencia, el primero que ha necesitado el pago de un traspaso. El conjunto valencianista abonará una cantidad de 7,5 millones de euros al Vitoria Guimaraes. Samuel Lino, Nico y Ozcakar han llegado cedidos, mientras que Castillejo ha desembarcado en Valencia como agente libre.

El luso firmará por seis temporadas. Es un centrocampista polivalente de 22 años y que tenía contrato con el equipo portugués de Guimaraes hasta el año 2023, donde ha jugado 69 partidos oficiales y ha conseguido dos asistencias. Todas ellas en las tres primeras jornadas de esta temporada en la liga portuguesa. Durante el verano ha despertado interés de equipos grandes de la liga lusa, pero también tuvo ofertas de equipos de la Premier como el Wolverhampton y el Brighton.

El Valencia pagará su traspaso en seis plazos distintos. Durante sus seis años de contrato, el club deberá abonar cada temporada una pequeña cantidad al Vitoria Guimaraes por su fichaje. De forma que así, el salario y el impacto en la economía de la entidad serán muy bajos y puede entrar perfectamente en el Fair Play Financiero. El joven jugador ha sido internacional con las categorías inferiores de Portugal, incluyendo la sub-21, donde ha jugado siete encuentros. Nada que ver con el otro foco de atención que hoy por hoy tiene al valencianismo pendiente. A cinco días para el final de mercado, la afición está expectante con la posible llegada de Cavani.

Con el jugador haciéndose de rogar en la capital de España, y mientras su nombre circula de boca en boca por equipos que superan en poderío económico al Valencia (Real Sociedad o Villarreal, por ejemplo), el club de Mestalla prefieren moverse en un tono de cierta prudencia sobre el uruguayo. Es más que palpable la ilusión que ha despertado entre la afición a pesar de su avanzada edad (35 años) y el escaso rendimiento que tuvo la temporada pasada (sólo dos goles), pero su nombre ha supuesto un golpe en todo lo que tiene que ver con los intereses valencianistas.

El club no ha variado ni un ápice su estrategia con el delantero uruguayo. Prefiere pecar de prudente que colaborar en esa vorágine en la que ha entrado buena parte de la afición al considerar que con Cavani el Valencia daría un gran salto de calidad en su plantilla. Que Gattuso y el Valencia hayan convencido a Cavani no es garantía absoluta de que el delantero va a vestir la camiseta blanquinegra. Sobre todo por el problema con el que se encuentra este verano el propio club. El Fair Play condiciona todos los frentes que se han abierto.

Por eso es más que necesario que el club le haga hueco en el vestuario a Cavani. Y es Maxi el que tiene a todos en vilo. Delantero uruguayo por delantero uruguayo. La permuta está clara para el Valencia, pero no es tan fácil llevarla a cabo. Por eso se intuye un final de mercado apurado para el Valencia, que va a tener en vilo tanto a su afición como a los principales protagonistas de este culebrón de verano.

Maxi es el primer que sabe que debe jugar sus bazas. El lunes estará listo seguramente para participar contra el Atlético en Mestalla pero lleva días pendiente del teléfono. Su agente es el primero que admite que puede ocurrir en los próximos días cualquier cosa. El Fenerbahçe juega sus bazas y el tiempo le beneficia. Cuanto más apurado esté el Valencia en encontrarle destino a Maxi, más barato le resultará a los turcos llevárselo, ya sea con un traspaso que hoy por hoy no tiene pinta de que se vaya a hacer, o por una cesión con opción de compra. Maxi supuso un gran desembolso (30 millones) y va camino de ser un fracaso absoluto.

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