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Peter Lim y Layhoon. EFE
CAYETANO A LA CONTRA

No hay antídoto para Lim

La condena a la intrascendencia de Layhoon al Valencia CF parece no haber sido comprendida por los políticos valencianos

Cayetano Ros

Valencia

Lunes, 11 de septiembre 2023, 00:18

La presidenta del Valencia CF, Layhoon Chan, condenó esta semana a la intrascendencia al club de Mestalla sine die («nuestro objetivo es la permanencia»), pero la mayoría de los políticos valencianos parecen no haber entendido el calado de estas manifestaciones. La respuesta de la alcaldesa ... de la ciudad, María José Catalá, valencianista de pro, sigue la estela de la tibieza del gobierno anterior: «No comparto muchas de las palabras en lo deportivo que dijo la presidenta del Valencia». ¿En lo deportivo? La sentencia de Layhoon al Valencia no es solo futbolística sino social, económica e institucional. Desde 2019, el máximo accionista, Peter Lim, activó la palanca para dejar caer el club y el valor de la plantilla ha pasado de 499 a 147 millones, según desvela LAS PROVINCIAS (es el valor más bajo de los últimos veinte años) atendiendo a Transfermarket, y los ingresos ordinarios han pasado de 177 a 100. La caída es progresiva y no se divisa el final. Salvo honrosas excepciones (el concejal socialista Borja Sanjuán), los dos grandes partidos de las Cortes valencianas, PP y PSPV, se han movido con un exceso de cautela respecto al millonario singapurés en contraste con el desprecio de este hacia la afición valencianista. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, no ha abierto la boca tras las declaraciones de Chan. Y más que exigencia y discreción, que pide Catalá, haría falta valentía y liderazgo para encontrar unos gestores a la altura de este patrimonio sentimental de los valencianos.

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«Se acabó». El lema de apoyo a Jennifer Hermoso tras el infame 'piquito' de Luis Rubiales, se ha convertido en un movimiento global contra la discriminación de la mujer en cualquier ámbito del trabajo, pero sobre todo en el fútbol, un campo tradicionalmente refractario a los cambios. La victoria de España en el pasado Mundial de Australia y Nueva Zelanda cabe catalogarlo, cada día más, como un milagro. Las internacionales españolas han ganado sin dos de sus principales figuras, Patri Guijarro y Mapi León, dos de 'Las 15' rebeladas contra los métodos poco profesionales de la federación. La chulería posterior del presidente desató el rencor de las jugadoras contra él acumulado en los últimos años. Las jugadoras de la Liga han sufrido la guerra sucia entre Rubiales y Tebas por el control del fútbol femenino. Y esta semana han ido a la huelga porque ni siquiera les conceden un sueldo mínimo de 23.000 euros anuales cuando las árbitras cobran 25.000.

Antes del Mundial, las futbolistas viajaban en vuelos regulares, a veces con escalas, y, por contraste, a los futbolistas de España se les olvidan las botas en Las Rozas en su viaje a Georgia, clasificatorio para la Eurocopa 2024 de Alemania, y la federación contrata un jet privado para recogerlas, según desveló Relevo. Los señoritos ni siquiera llevan las botas en su equipaje de mano y la manirrota federación, receptora de una subvención estatal de 7,5 millones para preparar la candidatura del Mundial de 2030, se ha gastado unos 200.000 euros por el olvido del calzado. Los internacionales perdieron la oportunidad de solidarizarse con sus compañeras. Lo hicieron tarde, 18 días después, en un comunicado mal leído por su capitán, Álvaro Morata, en el que ni siquiera nombraron a Hermoso. Egoístas e insolidarios.

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