Urgente Los Bomberos continúan los trabajos para controlar el incendio del bingo de Valencia y desvían el tráfico
Bruins Slot, Bakero y Koeman intentan evitar un balonazo en un partido contra el Athletic. EFE/Luis Tejido

Balonazo a la maldición

El holandés conquistó la séptima Copa del Rey del conjunto blanquinegro pero fue despedido tras un humillante 5-1 en San Mamés El Valencia por fin termina con el augurio que Ronald Koeman lanzó en 2011

TONI CALERO

VALENCIA.

Domingo, 26 de mayo 2019, 01:08

Zarpazo a la maldición. Adiós. La larga travesía por el desierto del Valencia finalizó ayer en el Benito Villamarín. Por fin. El triunfo ante el Barcelona entregó al club de Mestalla su octava Copa del Rey, eso es lo importante: el título para coronar el año del centenario. El detalle, o al menos uno de ellos, es que se enterró el engorro de la maldición de Ronald Koeman, un técnico de paso ligero en la historia del club pero que en 2011 pronunció una frase capaz de perseguir temporada tras temporada al valencianismo. «La Copa que ganó el Valencia conmigo es el único título que ganará en los próximos cinco años», dijo Koeman, actual seleccionador holandés. Es decir, la maldición duraría hasta 2016 aunque finalmente se estirara hasta el 25 de mayo de 2019.

Publicidad

Koeman reapareció en ese momento para el valencianismo cuando Unai Emery ya entrenaba al equipo de Mestalla. El técnico de Zaandam llegó al Valencia en octubre de 2007 para sustituir a Óscar Fernández -interino y como recambio circunstacial a Quique Sánchez Flores- justo después de que el Real Madrid se excediera en Mestalla para ganar por 1-5. Koeman se estrenó el 10 de noviembre contra el Murcia con muy buenas sensaciones (3-0) en un gran partido de David Villa. Sería una de las pocas alegrías que el holandés se permitió luciendo el escudo del murciélago: a los tres meses de su llegada, la afición ya pedía su destitución.

Para entonces, Koeman estaba en guerra no sólo con la grada, sino con una buena parte de los futbolistas y también algunos directivos. El entrenador levantó el famoso muro en la ciudad deportiva de Paterna para torpedear la relación entre prensa, aficionados y futbolistas. Un exceso de intervencionismo que fue haciendo mella y vivió su punto más álgido con sus descartes. Koeman sentenció a Gavilán y Manu Fernandes; un poco más tarde a tres pesos pesados del club: Santi Cañizares, Miguel Ángel Angulo y David Albelda. Hombres que lo habían ganado todo con el Valencia y no pudieron estar presentes en la final de Copa contra el Getafe.

Varios de los protagonistas de la final de 2008 admiten que hubo autogestión para derrotar el Getafe

El torneo del KO se convirtió en el único salvavidas de Koeman como entrenador del Valencia, porque a pesar de contar con una plantilla de mucho nivel (Miguel, Albiol, Marchena, Baraja, Villa, Mata, Silva, Morientes, Joaquín, Vicente o los tres citados anteriormente), la marcha en Liga era horrorosa. A pesar de ello, el Valencia eliminó al Atlético de Madrid en cuartos de final y al Barcelona en semifinales para llegar con vida al partido decisivo en Madrid. Le esperaba un Getafe inexperto y que no supo gestionar la final. El Valencia ganaría la Copa gracias a los goles de Mata, Alexis y Morientes.

Varios de los protagonistas de esa noche en el Vicente Calderón reconocerían más tarde que la pizarra de Ronald Koeman nada tuvo que ver con el triunfo. «Teníamos muy buenos jugadores y Koeman no acertaba con la tecla, cambiaba a los jugadores de sitio. Al final se decidió, hablando con compañeros, que los que iban a saltar al campo las posiciones fueran las naturales. Cada uno se puso en su sitio y se ganó la final», explicaba Vicente Rodríguez en una reciente entrevista para este periódico. «Al final a Mata lo ponía en la derecha, fuera de su sitio, o Silva lo mismo. Se decidió poner a cada uno en su lugar. Se ganó la final. Teníamos un equipazo. Si te pones a contar, Villa, Silva, Mata, Baraja, Albelda, Marchena, Cañizares, Morientes, Joaquín... no tuvo sentido llegar a un momento de tensión donde existía el peligro del descenso. Las cosas no se hacían bien en los entrenamientos, el trabajo no era bueno», completaba Vicente.

Publicidad

Pese a ganar la Copa que nunca se celebró, el Valencia estaba roto y Koeman fue despedido tan sólo cinco días después. El Athletic humilló a los blanquinegros (5-1) y el holandés salió por el riesgo de descenso. Voro se encargaría de evitar la caída a Segunda División.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad