El banquillo que quiere Lim

La confirmación del fichaje de Javi Gracia por el club de Mestalla se filtró un 18 de julio de 2020 después de que Anil Murthy y Miguel Ángel Corona se entrevistaran cara a cara con el propio entrenador en Valencia, una vez se descartaron los otros dos firmes candidatos que también habían alcanzado el podium: Pepe Bordalás y Rubén Baraja. Ahora, cuando faltan todavía cinco partidos para echar la persiana de una nefasta temporada, no sólo se da por hecho que Gracia está sentenciado rompiendo ese año más de contrato que él ya defiende públicamente sino que ha empezado el baile de candidatos a la sucesión.

Por pura lógica y porque difuminada ya la opción de que sea el príncipe de Johor el que venga a tomar decisiones, vuelven a ser los mismos protagonistas del año pasado los que deben presentarle a Lim el elegido. Salvo que el máximo accionista lo señale directamente con el único consejo de Jorge Mendes, como ha ocurrido en los casos de Nuno y Gary Neville principalmente, Corona y Murthy posicionaron a Bordalás tan próximo a Mestalla el verano de 2020 que durante muchas semanas el alicantino pareció estar más cerca del Valencia que de seguir con el Getafe. Tras una temporada que se le ha complicado más de la cuenta para el técnico alicantino, con tensión incluso con su propio presidente, Ángel Torres, a Bordalás todavía le queda un año de contrato pero se da por hecho también que su ciclo ha terminado. La temporada es tan mala o incluso peor que la del Valencia, dos puntos por debajo los madrileños, pero le avalan su carácter, el sello de alta intensidad que ha impregnado a su equipo posicionándolo con firmeza en Primera y esos más de 200 partidos con el cuadro azulón al que logró auparlo a la Europa League.

Al Valencia le espera el próximo año otro igual de complicado que éste porque así lo vaticinó el propio Murthy, que desde que en octubre mostrara públicamente su decidido apoyo a Javi Gracia ha preferido suavizar su discurso hasta no pronunciarse al respecto. La última referencia sobre el asunto y por videoconferencia porque el presidente estaba en Singapur fue en diciembre cuando ya se palpaba por Paterna una crisis que nadie ha conseguido todavía eliminar. El promedio de puntos de Bordalás es sensiblemente superior al que tiene Gracia como valencianista (1,47 frente a 1,22).

De la experiencia y de la capacidad del alicantino para manejar grupos en dificultad no existen dudas, como tampoco la tenían en su momento respecto a Gracia, a quien bien conocía Miguel Ángel Corona de su etapa en el Almería en 2012. El experimento ha resultado fallido. Corona sigue en su puesto y lleva ya bastantes semanas sabiendo que le corresponde la tarea de diseñar cómo será la próxima plantilla. Tampoco es que vaya a tener mucho margen de maniobra.

Y ahí surgen siempre iniciativas como la de apostar por un hombre con tirón en Valencia y que todavía no ha tenido la oportunidad de dirigir en Primera. Rubén Baraja (45 años, cinco más joven que Gracia y doce menos que Bordalás) fue destituido del Zaragoza esta misma campaña. Diez jornadas duró. Lo tiraron ocupando el puesto 16 de la tabla y hoy en día el conjunto maño es 15º, es decir mucha mejoría tampoco es que haya presentado el equipo.

Apuesta con aristas la de Baraja, como la que podría representar la de Robert Moreno, apuntada ayer por As y que tiene aún más déficit que el que fuera capitán del mejor Valencia de la historia. Moreno saltó de la selección española al Mónaco y trece partidos fueron su bagaje (5 victorias, 3 empates y 5 derrotas).

A la hora de las quinielas, los nombres van a multiplicarse con el paso de los días. Quique Sánchez Flores, sin equipo, el año pasado admitió abiertamente que estaría encantado de volver al Valencia. Él, curiosamente, fue despedido por los dueños del Watford y ya se sabe lo que Anil Murthy dijo en su momento del perfil idóneo: "Quiero entrenadores que ejecuten las directrices de Lim como un funcionario".