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Alberto Marí, durante un partido de esta temporada con el Valencia Mestalla. Valencia CF
Baraja y Angulo se cruzan en la vida de la familia de Alberto Marí

Baraja y Angulo se cruzan en la vida de la familia de Alberto Marí

El alicantino, estudiante de Magisterio, impresiona en su debut de la mano del técnico que dirigió a su hermano en el juvenil del Valencia, mientras que su ahora entrenador en el Mestalla le marcó un gol a su padre, que era portero del Hércules, en 1997

Marc Escribano

Valencia

Martes, 25 de abril 2023, 00:41

Alberto Marí (Alicante, 11 de julio de 2001), fue una de las sensaciones de la segunda parte del Elche-Valencia en la que Rubén Baraja decidió apostar por el talento de la Academia de Paterna. El ariete alicantino, formado en las categorías inferiores del Hércules, es hijo de José Miguel Marí, el que fuera portero del conjunto alicantino durante los años noventa y que llegó a jugar en Primera División en la temporada 1996/97 un total de 24 partidos tras conseguir el campeonato de Segunda y el consiguiente ascenso.

En el Rico Pérez fue el guardameta más destacado de aquella temporada pese a que el Hércules terminó descendiendo. Como curiosidad, su padre fue el portero al que Miguel Ángel Angulo –entrenador ahora de su hijo en el filial del Valencia– le marcó su primer gol como valencianista en un partido de Copa del Rey de aquella temporada que el conjunto de Mestalla ganó 0-3.

Alberto Marí también tiene un hermano futbolista –Miguel Marí– que es cuatro años mayor que él y juega de centrocampista actualmente en el Intercity de Alicante, de Primera RFEF. La curiosidad de la historia es que Baraja –el hombre que le ha dado la oportunidad a Alberto de debutar en Primera División– ya es un viejo conocido de la familia, puesto que fue el entrenador que dirigió a su hermano Miguel en el Juvenil A del Valencia, el equipo en el que el Pipo tuvo su primera oportunidad en los banquillos de Paterna tras su retirada como profesional.

Es por eso que Alberto Marí es un chico de fútbol. Sus principales cualidades son su humildad, su trabajo constante y su capacidad de sacrificio. Con una cabeza bien amueblada y un entorno que le respalda, tal y como se pudo ver al finalizar el partido de su debut contra el Elche cuando se acercó a abrazarse con sus amigos, tiene todos los elementos necesarios para alcanzar la élite. Rehuye del protagonismo y no es el prototipo de jugador joven que va de estrella. Mantiene los pies en el suelo. A pesar de que su pasión es el fútbol, el joven alicantino no descuida sus estudios y está cursando Magisterio. Se encuentra en el tercer año de esta carrera universitaria.

El ariete es uno de esos casos de un jugador que se desarrolla con el paso de los años. Un prácticamente desconocido para el ojo futbolero, ya que a diferencia de la mayoría de jóvenes que suelen despuntar en las canteras de un equipo grande, no ha pasado por las categorías inferiores de la selección española y tampoco ha ido convocado con la autonómica valenciana. Su explosión y crecimiento, tardío en términos futbolísticos teniendo en cuenta que muchos jugadores prometedores tienen sus debuts todavía como adolescentes, ha sido exponencial durante las últimas tres temporadas, donde ha ido acumulando grandes números de goles y asistencias que le han permitido ir derribando puerta tras puerta hasta llegar al primer equipo del Valencia.

Ahora es el turno de Alberto, que ya se ha estrenado en Primera División al igual que su padre y busca ganarse un sitio en el primer equipo del Valencia tras despuntar en un filial que ha empezado a quedársele pequeño. El canterano blanquinegro de 21 años debutó con el primer equipo de la mano de Baraja en un contexto exigente y sobrepasó todas las expectativas. Disputó 18 minutos sobre el césped del Martínez Valero –sus primeros en Primera División– y con la presión de entrar en sustitución de una leyenda como Edinson Cavani, el joven alicantino cumplió con creces y demostró que es un futbolista a tener en consideración para el futuro del Valencia. Marí ya había sido convocado por Baraja aunque sin minutos ante la Real Sociedad y Osasuna, y esta vez tuvo la oportunidad de estrenarse por la delicada situación que atraviesa el Valencia.

Alberto Marí, durante su debut en Primera contra el Elche. Valencia CF

De hecho, Édgar Badía, portero del Elche, le negó con una gran intervención la oportunidad de firmar una asistencia de gol en su debut, demostrando que es un jugador de estilo combinativo que puede aportar algo más que goles. Un estreno que sirvió para que se uniera a la lista de más de 110 jugadores formados en la Academia del Valencia que han llegado a debutar con el primer equipo en los últimos 30 años, en la que también se encuentran los otros dos jóvenes que tuvieron minutos en Elche: el mediocentro Javi Guerra y el extremo Diego López.

Y es que Alberto Marí lleva dos temporadas en el filial del Valencia tras su fichaje en el verano de 2021 procedente de las categorías inferiores del Eibar, donde anotó 21 goles en el División de Honor del conjunto vasco. Es un delantero centro de 1,83 metros de altura que esta temporada bajo los mandos de Miguel Ángel Angulo ha disputado hasta ahora 28 partidos con el 'B', marcando 11 goles y siendo el máximo goleador del Valencia Mestalla, donde tiene contrato hasta junio de 2024, motivo por el cual el club está atento a su progresión.

La delantera, entre algodones

El contexto que ayudó al debut de Alberto Marí fue sin duda las bajas en ataque. Marcos André se perderá lo que resta de temporada, ya que fue operado del menisco este lunes en Madrid. El propio brasileño subió una foto a su Instagram en la que puso fecha para su vuelta:«Muchas gracias a todos por los mensajes de ánimo. La operación fue un éxito. Espero estar a tope en menos de ocho semanas».

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El otro delantero que está deseando volver es Justin Kluivert, lesionado del bíceps femoral y que ayer a la salida de la Ciudad Deportiva le dijo a un grupo de aficionados que le pedían fotos que espera estar listo para el partido contra el Villarreal del 3 de mayo. Por otra parte, Nico y Diakhaby terminaron el partido de Elche tocados. El primero por un balonazo que le dejó mareado, del que ya está recuperado, mientras que el francés se torció el tobillo, pero ya se ha entrenado con normalidad.

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