Baraja escenifica la necesidad de que el Valencia fiche un extremo

El propio Miguel Ángel Corona admitió en la previa la necesidad de al menos un extremo. «Nos gustaría tener un cuarto extremo dentro de nuestras posibilidades. Le daremos la mejoría a la plantilla que podamos», señaló. Y Baraja, durante el encuentro, especialmente a raíz de la remontada del Barcelona, plasmó sobre el césped las necesidades de este Valencia. Para que lo viera nítido el director deportivo... y el mismísimo Peter Lim, en directo o en diferido.

De salida jugó Rafa Mir volcado a banda derecha. El atacante se quedó a centímetros de conectar el 1-0, pero cuando se incorporó a su posición natural. Como extremo empezó combativo y acabó perdiéndose. Diego López hizo lo que pudo en el otro flanco –de hecho suyo fue el centro del tanto de Hugo Duro–, pero ya es bastante que aguantase algo más de una hora viniendo de donde venía: de entrenarse al margen en la selección olímpica por unas molestias que apenas le permitieron participar en el torneo de París 2024. Cuando se le acabó la gasolina le sustituyó Foulquier, otra solución de urgencia, ya empleada la temporada anterior.

«Foulquier ya participó en esa posición la temporada pasada. Tiene energía y a falta de jugadores específicos hay que sacar de lo que tenemos. Lo mismo que Rafa Mir ha jugado de siete y ha estado bien. Todos juegan y aportan», señaló Rubén Baraja en la rueda de prensa posterior al encuentro contra el Barça.

El panorama el entrenador del Valencia es desolador. Lo cierto es que este inicio de temporada lo ha afrontado con la tormenta perfecta: al hecho de que tiene una plantilla más bien corta y repleta de futbolistas jóvenes hay que añadirle que la enfermería está llena... y de extremos. Fran Pérez lleva lesionado desde el curso anterior y hay preocupación respecto a cuándo podrá volver. A Canós ya le faltó continuidad la campaña pasada y en la fase de preparación se ha lastimado, por lo que ha sido baja en el inicio de la temporada. Incluso afecta al extremo le via crucis de Gayà, que aún tardará un par de meses en estar disponible, y que en una situación de urgencia podría ocupar una demarcación ofensiva en la banda.

Pero es que cuando Baraja tuvo que cambiar cosas, el técnico miró al banquillo y vio que la mejor opción era Tejón, un chico del filial que más bien suele actuar de mediapunta. Pero es que Rafa Mir ya no daba para más. Y cuando sustituyó a Jesús Vázquez, la alternativa fue Otorbi, un chico que está en edad de seguir formándose en el juvenil.

«Soy optimista y con trabajo y esfuerzo se puede sacar, esa es mi voluntad. Me dedico a tratar de sacar el máximo de los jugadores. En los tiempos de dificultad hay que sobreponerse, eso es lo que les digo a los futbolistas», deslizó el técnico cuando le preguntaron sobre posibles refuerzos de aquí al 30 agosto. Esa es otra historia. Después de un par de días en los que el fútbol lo ha distorsionado todo, este lunes comienza la penúltima semana de mercado veraniego.

Corona habló el sábado de un plan de sostenibilidad a tres años. Baraja mira hacia otro lado, concretamente al pasto y nada más, quizás por salud mental. «No me dedico a eso, me dedico al equipo. Hay cosas de las que no tengo conocimiento. Sé que estamos en un momento difícil económicamente pero no sé cuánto va a tardar si va a durar esos años, más o menos. Debemos navegar con lo que tenemos», zanjó el técnico.

En los días de mercado, lo que se da por hecho es que saldrá Giorgi Mamardashvili. Pero es que visto lo visto parece complicado que se produzcan más llegadas mientras no se cierre ese traspaso. El guardameta fue titular el sábado después de una semana en la que ha llegado a un acuerdo económico con el Liverpool. Peter Lim sigue esperando a que el club inglés se rasque el bolsillo y ponga 5 millones más para llegar a los 40 que exige el magnate de Singapur.

Mientras tanto se ha dejado de hablar, por ejemplo, de Luis Rioja, que en esta primera jornada ha jugado con el Alavés. Luis García sigue tratando de convencerle de que se quede. Quien seguro que ya no vendrá es Bryan Zaragoza, que revolucionó a Osasuna en su estreno.