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MARC ESCRIBANO
Valencia
Miércoles, 15 de febrero 2023
Rubén Baraja llega al Valencia como algo más que entrenador. En su presentación se esforzó en transmitir por encima de todo ilusión. El convencimiento con ... el que habló el nuevo técnico blanquinegro fue firme y su mensaje, muy claro:«Necesito gente que ponga carácter en el momento que vamos a vivir. Está en juego la viabilidad de un club, el Valencia tiene que estar en Primera División, que es lo más importante de esta historia». El equipo está en puestos de descenso y él se estrena como técnico en Primera División. Un cóctel que puede salir muy bien, o muy mal. Preguntado por el riesgo de manchar su leyenda, el Pipo no se escondió. «Hay un riesgo evidente que está y no voy a ocultar. La vida son momentos y decisiones. Esta tiene su punto de riesgo y lo asumo. Me hubiera gustado que el momento en el que llego al Valencia fuera otro. Las cosas pueden salir bien o mal, pero vamos a dar el máximo. Es algo que hay que afrontar con una gran responsabilidad porque es un momento difícil», dijo.
Y no, no ha hablado con Peter Lim. «No he tenido la oportunidad pero es algo que tampoco me preocupa. Seguramente tenga la oportunidad en el futuro», comentó brevemente al respecto, ya que para Baraja, entrenar al Valencia es un sueño hecho realidad. Ha estado esperando la oportunidad y cuando le ha llegado, no dudó en aceptar el reto. «Entrenar al Valencia es el sueño de mi vida, y más en una situación de dificultad como la actual. Es un día feliz y volver a casa es un gran honor, a pesar del momento en el que vuelvo», afirmó el nuevo técnico valencianista.
El vallisoletano firma sólo hasta final de temporada y aclaró que el futuro no le preocupa: «No pienso en lo que vaya a pasar en junio. No tengo necesidad de hipotecar al club, sólo quería tener la oportunidad de entrenar al Valencia». Su prioridad es salvar al equipo del descenso y luego ya se verá.
Recuperar la moral del vestuario y para ello ha traído a Carlos Marchena consigo. Fue su única petición al club antes de firmar. «Él es un gran valencianista y su currículum habla por sí sólo. Necesito gente que ponga carácter en el momento que vamos a vivir», señaló sobre su segundo. Baraja incidió especialmente en convertir a Mestalla de nuevo en un fortín. El entorno y la afición, que aunque admite y entiende que tenga el foco puesto en el palco y en pedir la marcha del máximo accionista, debe ser clave para que los partidos en casa sean la fuente principal de puntos.
«Quiero jugar este reto con mi público detrás, con el Mestalla que yo recuerdo y que en situaciones límite que vivimos te alienta y te hace ganar partidos, como en 2008. La gente nos llevó en volandas en los últimos cinco partidos para salvar la categoría. A mí me gustaría tener a Mestalla detrás y que nuestra gente no hiciera manifestaciones en el momento de la temporada que estamos, pero entiendo que la gente se manifieste de la forma que considere oportuno. En la vida hay diferentes opiniones. Esto es algo que no puedo valorar ni es mi prioridad», dijo.
Su foco será, a partir del entrenamiento que dirigirá hoy, preparar a los jugadores para que afronten los 17 partidos que quedan con esfuerzos máximos y conocedores de la responsabilidad —que no presión— que conlleva jugar en el Valencia. «Este es un club muy grande en todos los sentidos, que está pasando una situación muy complicada y los jugadores tienen que sentir la exigencia que conlleva ser jugador del Valencia. No sirve de excusa la juventud. Lo principal es asumir la situación en la que estamos. Hablé con los tres capitanes y me mandaron un mensaje positivo en cuanto a que el equipo quiere y que le vamos a dar la vuelta. Ahora tengo que hacérselo sentir, que sepan lo importante que es jugar en el Valencia, que es un club muy grande», señaló.
Sus claves para conseguir la salvación parecen claras: cerrar la portería, saber defender, ser ordenados, salir bien a la contra y cuando el equipo tenga la pelota saber manejar el tiempo del partido y generar ocasiones. Lo que viene a ser un equipo completo. Como el Valencia en el que jugó a las órdenes de Rafa Benítez. Su Valencia seguirá seguramente la imagen que tuvieron los anteriores equipos que dirigió, aunque no descartó hacer modificaciones si fuera necesario. «En mi trayectoria he tenido un sello característico de jugar 4-4-2 pero estoy abierto a otras situaciones que se requieran en un momento determinado. El sistema da igual, lo importante es sumar. Eso es lo que me obsesiona. La clave, como dijo Benítez, es acertar en la toma de decisiones. Y a partir de ahí, creer en el cambio. Porque la única situación que me motiva es que el Valencia necesita una persona con mi perfil que calme a los jugadores y les dé confianza para mejorar la situación. Con nervios y precipitación no vamos a sacar adelante la situación. Ahora necesitamos resultados y puntos que nos traerán la tranquilidad», añadió.
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