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Cabaco impacta con su pierna derecha en la izquierda de Wass en un avance del danés. EFE/Emilio Naranjo

El barro y los soldados de Bordalás

El Getafe desquicia de nuevo al Valencia con su juego al límite del reglamento Tras una primera parte donde varias entradas de jugadores azulones rozan la expulsión el único que termina en la caseta fue Diakhaby

Sábado, 27 de febrero 2021

El Getafe es un equipo único en su especie. No existe debate. Ni siquiera en esta era donde en las redes sociales todo se polariza, se cavan dos trincheras y se comienza a tirar de un lado hacia otro con mensajes de pocos caracteres. El Getafe va de cara, eso también es verdad. No se esconde. Desde que lo cincela Bordalás no ha cambiado su estilo de juego. Contra el Valencia, debe ser el biorritmo que les despierta ver una camiseta blanca y un pantalón negro, la cosa va de dar cera y pulir cera. Para eso están los jueces. Algo tienen pero ejercen de flautista del cuento para tejer un halo que impide ver su dureza al límite del reglamento tal y como debería reflejarse reglamento en mano. Anoche le pasó a Figueroa Vázquez. Tras los palos de la primera parte.... el único expulsado (merecido por la acción) fue Diakhaby. El problema, cosas de la vida, es que no debió ser ni el primero ni el único. Cabaco se fue al vestuario con una amarilla pero después de ver sus segadas a Kang In o Wass... opositó a irse minutos antes.

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Los rivales también suelen caer bajo los influjos del flautista. Eso también es verdad. El Valencia no supo, en ningún momento, no ya igualar sino acercarse al nivel de intensidad que puso ayer el Getafe en el Alfonso Pérez. Con el descenso poniendo aliento en el cogote, los de Bordalás fueron al barro. Es lícito mientras nadie lo impida. El fútbol no es una ONG o un deporte en el que se graben vídeos de Tik Tok. En los 139 partidos en Primera de Bordalás al frente del Getafe se han producido 46 expulsiones, 23 a favor y 23 en contra. El algodón no engaña... lo raro es que a estas alturas de la película, sorprenda. El Valencia cayó en la trampa. Como principiantes. Los jugadores azulones les desquiciaron durante 50 minutos y, cuando quisieron igualar la dureza, lo hicieron mal. Desquiciados, cantó un poco más. Cayó Diakhaby y Paulista se libró de la segunda roja por un fuera de juego de Mata.

Desde la famosa eliminatoria de los cuartos de final de la Copa de 2019 –tocó en Hugo Duro– el fútbol se volvió algo más loco (como en aquella noche en Mestalla) cuando el Getafe y el Valencia están en el césped y Kang In es uno de los 22 en liza. El coreano fue uno de los símbolos después de aquella catarsis que inició la traca del título en el que el Valencia soñaba con no tener techo. Ahora sueña con no descender. A Kang In le marcaron –no con la decimoctava acepción de la RAE que se refiere a la labor de un defensa sino con la tercera, la del golpe con contusión– a los 28 minutos. Djené le pisó y le dejó el recuerdo. Recibió amarilla. Ni tan mal. Damián Suárez apareció en escena. Dos minutos después, su pierna impactó en Yunus. Tres minutos después Cabaco recibió amarilla por juego peligroso sobre... Kang In. Saltó la sorpresa en La Condomina. Los jugadores del Valencia pidieron la roja. De su entrada a Wass sobre el área de cal donde el danés salió volando nada se supo. En la segunda parte, los tacos volvieron al césped. Misión completada de los soldados. En el acumulado estadístico, el Getafe acumula esta temporada 411 faltas en sus partidos, 87 tarjetas amarillas y 4 rojas. El dar cera y pulir cera es un arte y, se quiera debatir más o menos, parte del deporte toda la vida. De los Detroit Pistons... al sur de Madrid.

Gayà acaba con sangre en el labio en su partido número 250

José Luis Gayà tuvo una noche amarga para celebrar su partido 250 con la camiseta del Valencia. Un hito al que sólo dos leyendas como Fernando Gómez Colomer y Miguel Tendillo llegaron más jóvenes que el de Pedreguer. No había pasado ni un cuarto de hora cuando tuvo que ser atendido por tener sangre en labio tras un choque con Ünal. El capitán valencianista fue siempre la avanzadilla en las protestas de los suyos por las acciones de dureza de los jugadores del Getafe en la primera parte. En la segunda, acabó desquiciado al pedir la roja tras una dura entrada de Nyom en el 75 que acabó con amarilla para el jugador de Bordalás. Gayà recibió otra amarilla por protestar el color de la cartulina al rival. Se llevó de regalo el mismo castigo.

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